Madrid / Oviedo,

Agencias / M. MARTÍNEZ

El Ministerio de Industria ha propuesto subir en abril la parte del recibo de la luz que fija el Gobierno -aproximadamente el 50% de la factura- un 12,5% para la mayoría de los hogares y pequeños comercios, un 9% para el resto de los consumidores de baja tensión y un 2% para los grandes consumidores industriales. Sin embargo, el Ministerio de Industria aseguró ayer que el recibo no le subirá al consumidor, alegando que confía en que su propuesta se diluya con el resultado de la subasta de energía, prevista para el próximo día 22, y que tiene en cuenta la evolución de los precios de las materias primas, entre ellas el petróleo. Y es que Industria espera que se produzca un descenso en los precios por razones estacionales.

La luz para los hogares y los pequeños negocios subió en enero un 9,8%, la mayor subida desde 1983. Un encarecimiento que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, calificó entonces de «excepcional e irrepetible», pero necesario para controlar el déficit tarifario.

La propuesta del Ministerio de Industria ya está en poder de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para que se revisen las tarifas o los peajes de acceso, que retribuyen costes regulados como el transporte, la distribución o las primas a las renovables, además del déficit tarifario, que es el desajuste que se produce cuando los ingresos que se obtienen con el recibo de la luz no cubren todos los costes del sistema.

El desequilibrio acumulado supera ya los 20.000 millones de euros, pero según la propuesta del Ministerio de Industria, teniendo en cuenta los costes y los ingresos previstos del sistema eléctrico y si se cumplen los objetivos de reducir en 4.616 millones los costes del sistema eléctrico en los próximos tres años, el déficit tarifario desaparecerá en 2013.

En todo caso, el peaje de acceso subirá por ley a partir de 2013 cada vez que se produzcan desajustes en el sistema eléctrico, lo que significa que a partir de ese año los ingresos serán suficientes para cubrir los costes de generación y desaparecerá definitivamente el déficit de tarifa que arrastra el sector desde hace una década.

Los peajes de acceso representan prácticamente el 50% del recibo de la luz que pagan los usuarios de la denominada tarifa de último recurso (TUR), con potencias inferiores a los 10 kilovatios y a la cual está acogida la inmensa mayoría de los hogares y pequeños negocios.

Según el Ministerio de Industria, a estos consumidores no les subirá el recibo de la luz en abril, porque el encarecimiento en la parte regulada del recibo de la luz se contrarrestará con la previsible bajada del coste de la energía en la subasta prevista para finales de marzo.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró en la anterior subida del recibo de la luz que la factura se encarecía una media de 38,4 euros al año para los hogares. Sin embargo, las asociaciones de consumidores aseguraron que el incremento había superado los 60 euros.

A la nueva propuesta de subida que ha hecho el Ministerio de Industria hay que sumar la posibilidad de que las compañías eléctricas cumplan su amenaza y repercutan en la factura la denominada «ecotasa». Se trata de un impuesto que ha aprobado el Gobierno regional y que grava las torres y los cables de las compañías de distribución y transporte de la electricidad.

El «impuesto sobre el desarrollo de determinadas actividades que inciden en el medio ambiente», que es como se denomina en realidad la «ecotasa», fue una propuesta de IU, socio de gobierno del PSOE, y el objetivo es recaudar unos 18 millones de euros al año, que saldría de cobrar a las empresas dicho tributo por sus instalaciones industriales, la mayoría ubicadas en terreno rural.

La respuesta de las eléctricas fue asegurar que, según la legislación energética, dicho impuesto debería repercutirse al consumidor como un coste más en la tarifa eléctrica.