Luarca (Valdés),

A. M. SERRANO

El escritor Miguel Delibes contó en un documental que el ordenador era «el diablo». El escritor vallisoletano, fallecido en 2010, no quería los PC y ni llegó a ver el ipad. Pero es el futuro. Es lo que se desprende de las palabras del jefe de producto de Office en Microsoft Ibérica, Pablo Rovira, que ayer visitó Luarca, dentro de los actos promovidos por el Ayuntamiento de Valdés y el colectivo «Valdes Participa», para presentar el sistema operativo Windows 8, el nuevo Office y una serie de herramientas que sirven para mejorar el rendimiento de la comunidad educativa y empresarial de la comarca. Para presentar, al fin y al cabo, diversas aplicaciones informáticas que facilitan la enseñanza y la actividad empresarial, y que generan nuevas posibilidades en un entorno globalizado y cada vez más complicado.

El acto se celebró en el Instituto Carmen y Severo Ochoa de Luarca. Unos 200 alumnos conocieron de cerca estos productos de Microsoft y cómo pueden ayudarles en sus estudios para ganar tiempo, aprender pronto la lección y también para adquirir habilidades «sociales y comunicativas» que les servirán en el futuro para buscar empleo. Hoy en día, para convertirse en un trabajador «apetecible», no basta con la titulación. Los conomientos académicos se dan por supuestos «y por ello hay que ir más allá». Microsoft ha desarrollado programas que facilitan a los profesores la ayuda al alumno y con los que el escolar aprende de forma más divertida.

Actualmente se puede ir a clase visionando, en directo y desde el ordenador personal, la clase del profesor; o compartir los apuntes con un grupo de trabajo; o editar un documento, ampliando o recortando notas, desde la misma tableta. Aplicaciones que, según Pablo Rovira, cuentan cada vez más para que el estudiante mejore su rendimiento académico.

Sobre la mesa sólo hay un problema: la brecha que amenaza con crear grupos en función de la capacidad económica de las familias para comprar productos tecnológicos. Pablo Rovira aseguró que Microsoft trabaja para afrontar el que podría convertirse en un problema a no muy largo plazo. «Estamos creando productos orientados a la comunidad educativa a precios razonables», explica.