A pesar de las limitaciones económicas para realizar mejoras en el Camino de Santiago, tanto los ayuntamientos como las asociaciones jacobeas y sus voluntarios han logrado que el paso de los peregrinos por el Occidente sea un poco mejor con pequeñas acciones.

Es el caso del paso de la sierra de las Palancas, entre Cudillero y Valdés, que gracias a su limpieza ha vuelto a ser transitable. En Valdés, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago realizó trámites para que la senda, a su paso por Canero, no discurriese a través de la carretera nacional, donde se habían dado casos de atropello. Así, se consiguió un trazado paralelo, más seguro y con más encanto para el caminante. Y en Navia, el Ayuntamiento tramita con Patrimonio la instalación de un pequeño puente de madera que permita salvar sin complicaciones un pequeño río a su paso por Piñera.