Cangas de Onís, Ramón DÍAZ

El macrohotel proyectado en la aldea de Beceña, en Cangas de Onís, tendrá que ser previsiblemente objeto de una demolición parcial, ya que las irregularidades observadas en las dos plantas inferiores serán difícilmente legalizables, según ha señalado la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA), en un informe emitido a instancias del Ayuntamiento. El escrito, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, indica a las autoridades municipales que deben solicitar al titular del complejo hotelero un nuevo proyecto, debidamente corregido, para asegurar el cumplimiento de la legislación vigente y, posteriormente, proceder a la legalización o a la demolición de las diferentes partes de la construcción.

Claro que el informe de la CUOTA ya da claras pistas de lo que podría ocurrir en el futuro: la intervención en las plantas inferiores de una de las parcelas afectadas «ha de derribarse y retranquearse, a los efectos de que todo lo que no se considera planta baja no emerja sobre rasante», indica el informe.

Asimismo, la CUOTA señala otras múltiples irregularidades en la construcción, paralizada desde abril de 2011 por el Ayuntamiento, como la inexistencia de taludes de transición entre los niveles del terreno en la parcela afectada y las colindantes, o el hecho de que el edificio tenga 10,8 metros de altura, cuando el máximo permitido en este tipo de construcciones es de 7 metros.

La CUOTA ha venido en su informe a dar la razón a la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (Avall), que denunció la construcción de este macrohotel (según el colectivo llanisco con 220 plazas, aunque en la documentación municipal figuran 39 apartamentos turísticos). La CUOTA, como Avall, considera que la edificación resultante de las tres fases en las que se dividió la obra es «un único hotel», y no tres, como pretendía el propietario (la autorización era para tres edificaciones claramente diferenciadas). Además, la CUOTA ha constatado que el promotor realizó el vaciado completo de la parcela sin licencia y que, además, buena parte de la obra ejecutada no se corresponde con el proyecto inicial.

Por lo que respecta al abastecimiento de agua del hotel, otro de los caballos de batalla de Avall, la CUOTA señala que no se puede autorizar su uso hasta que se garantice el caudal mínimo necesario del arroyo en el que se realiza la captación. «En este caso queda constancia de la inexistencia de abastecimiento suficiente», señala el informe de la CUOTA.

Urbanismo destaca asimismo otra irregularidad: en los núcleos rurales sólo está permitida la implantación de usos hoteleros con menos de 400 metros cuadrados de ocupación, mientras que la ocupación total del macrohotel de Beceña «excede los 1.000 metros cuadrados», ya que, pese a que el proyecto se ejecutó en tres fases, «se ha de considerar como un único hotel», dictamina la CUOTA.

Avall destacó ayer la labor desarrollada en este asunto por el alcalde cangués, José Manuel González Castro (PP), que «no ha tragado los marrones heredados. Cangas de Onís tiene un alcalde que se viste por los pies», añadió el colectivo.