Carolina G. MENÉNDEZ

Los vecinos de las calles Río Navia, Río Nalón y Río Pigüeña, en Ventanielles, mantienen las espaldas en alto ante la próxima construcción de un carril que partirá de la autopista «Y» en sentido Gijón-Avilés a la altura de Río Nalón y atravesará todo Río Navia para desembocar en la glorieta del Rubín.

«Es un vial sin sentido que nos mete los coches en casa aumentando aún más el nivel de ruido que soportamos con la autopista y el puente que tenemos enfrente. La televisión o la radio no se oye si tenemos la ventana abierta y en las noches de calor tenemos que dormir con la persiana bajada y la ventana cerrada porque no pegaríamos ojo», señalan los vecinos, que ya han recogido unas 400 firmas en contra de estas obras municipales cuyos responsables esperan que estén listas a principios del próximo mes de diciembre.

A las quejas sobre el elevado nivel de ruido y las vibraciones producidos por el tráfico que ya en el año 2006, en una medición realizada por los técnicos municipales, detectó que estaban por encima de los índices recomendados, los vecinos suman la peligrosidad que les acarrearía la nueva carretera: «Estaría a los pies de la puerta del portal», destacan sobre todo los vecinos de dos de los números de Río Navia, quienes ahora no tienen calle ante sus viviendas y sí un espacio verde delimitado por una valla metálica que se asoma a la autopista y el muro del puente que cruza la misma y va desde la glorieta del Rubín a Teatinos, en las proximidades del centro comercial Los Prados. «No queremos que nos quiten esta zona de esparcimiento. Aquí juegan los niños, mucha gente pasea y los vecinos salen con sus perros; además, por esta calle pasan, camino a casa, muchos estudiantes a la salida del instituto», dicen.

Junto a las firmas entregadas en el Ayuntamiento, los vecinos de estas calles acompañaron un escrito en el que manifiestan su deseo de hablar con el Alcalde. «Pero hasta el día de hoy no nos han recibido ni él ni ningún responsable del Ayuntamiento. Tampoco nadie se ha dirigido a nosotros ni se ha acercado hasta aquí para explicarnos el proyecto», manifestó Belén González, molesta ante la reunión que el ingeniero municipal Ignacio Ruiz Latierro mantuvo con los vecinos de los barrios colindantes.

Este encuentro ha irritado a los vecinos de Ventanielles, así como las palabras del presidente de la Asociación de Vecinos de Teatinos. «Le sugiero que no se meta en una guerra que no es suya, ya que no es nadie para juzgar si este vial va o no a afectar a los vecinos de Río Navia. Para opinar hay que vivir aquí. Con sus palabras lo que consigue es dividir y enfrentar a los dos barrios. Y si considera que la avenida de Atenas tiene demasiada circulación, la solución no es echarle el muerto a otros, que solicite un vial por delante de su casa para descongestionar la calle», resaltó Belén González.

Para demostrar por qué desde Río Navia se oponen a una obra que estuvo a punto de llevarse a cabo hace seis años, pero que fue suspendida por el entonces alcalde Gabino de Lorenzo, Belén González «invita» tanto al presidente de los vecinos de Teatinos como a cualquier responsable municipal «a dormir en mi casa. Que vengan a ver cómo se vive con el ruido actual y se imaginen cómo aumentaría con el nuevo vial».

Este proyecto no ha hecho más que aumentar el abandono que aseguran sentir los residentes de las tres calles de Ventanielles cuyas viviendas miran hacia el nuevo pinchazo de la «Y». «No tenemos farolas, sólo las de las fachadas de los edificios; por aquí pasan los barrenderos de Pascuas a Ramos, no hay papeleras y si tenemos pintadas en las fachadas tenemos que llamar para que vengan a quitarlas», se lamentan. Aun así, destacan vivir en un «lugar tranquilo. Ventanielles ya no es aquel barrio conflictivo de hace años», concluyen.