Los trabajadores de la fábrica de armas de Trubia han abandonado poco después del mediodía el encierro que mantenían en el interior de la factoría en protesta por el ajuste laboral planteado para Santa Bárbara Sistemas.

Los empleados, tal y como había solicitado el comité intercentros, abandonaron la protesta después de que la dirección de la compañía armamentística decidiera no apurar el proceso negociador con los sindicatos..

El plazo para negociar el expediente de regulación de empleo de Santa Bárbara Sistemas acabará así sin que se haya conseguido un acuerdo ya que la dirección de la compañía armamentística ha declinado mantener hoy una nueva reunión con los sindicatos, que han pedido a los trabajadores de las fábricas de armas que suspendan las movilizaciones y encierros de todos los centros de trabajo.

El plazo para negociar el ERE finalizará a las doce de la noche de hoy, sábado, pero no se apurará porque, según los sindicatos, la dirección de la empresa ha abandonado la mesa de negociación tras mantener una "postura de intransigencia".

La reestructuración planteada por la empresa contempla inicialmente el despido de 289 de los 600 trabajadores de la planta asturiana. EFE

La negociación

Pasadas las diez de la noche de ayer, varias furgonetas de la Policía Nacional habían sido desplazadas a la inmediaciones de las oficinas centrales del grupo Santa Bárbara, en Madrid, en cuyo interior todavía seguían las reuniones para tratar de negociar una solución al futuro de las factorías en España, también la de Trubia, con 289 trabajadores amenazados con el despido. Los representantes sindicales encargados de la negociación, que mantienen en dichas oficinas el mismo encierro indefinido que los trabajadores secundan en las fábricas, ignoraban si se les obligaría al desalojo y todavía trataban de reponerse de una inesperada última hora en el proceso negociador. A esa misma hora, y a pesar de que estaba previsto en el proceso, la empresa había anunciado que el sábado no realizaría ninguna reunión y que daba así por finalizado el período de consultas, según los sindicatos. Sin embargo, fuentes de la empresa indicaron a esa misma hora que «no había nada claro».

A lo largo del día, sin embargo, las cosas habían discurrido por los cauces de las últimas sesiones, tratando de llegar a acuerdos en los detalles de las prejubilaciones, las bajas voluntarias y el número de afectados.

La última propuesta de la empresa, por la mañana, contemplaba la mejora de la indemnización para los despidos forzosos a 25 días por año trabajado con un tope de 14 meses, elevaba el tope de la indemnización para las salidas voluntarias a 24 meses, incrementaba las indemnizaciones para las salidas voluntarias de trabajadores con más de 25 años de antigüedad con el pago de primas lineales que oscilan entre 10.000 y 15.000 euros brutos y, por último, aumentaba hasta el 85% del salario neto el complemento para las prejubilaciones, pero sólo para los empleados entre 58 y 60 años. En los otros casos se establecen grupos con el 75% del neto y grupos con el 80%.

Los sindicatos reclamaban, precisamente, que no se hicieran distinciones entre los trabajadores, que no hubiera bajas forzosas y que se aplicara el mismo baremo para todos los trabajadores.

A última hora de la noche, sin embargo, al cierre de esta edición, los sindicatos estaban sopesando negarse a firmar el acta ante la negativa de la empresa a seguir hoy las negociaciones, último día dentro del plazo previsto por la ley de desarrollo del ERE.

En Asturias, los obreros de Trubia volvieron ayer a salir a la calle, esta vez en Oviedo. Marcharon desde la estación de Renfe hasta la Junta y después trataron de avanzar por la calle Manuel Pedregal, donde está la sede del PP, pero la Policía se lo impidió entre protestas de algunos trabajadores y familiares.