Carlos García Alcalde, portavoz del colectivo de usuarios, defiende la construcción del nuevo apeadero, pero advierte de que debe estar ligado a un reequilibrio de las paradas en la línea Oviedo-Infiesto. "No cabe duda de que tiene un gran potencial comercial para la red de ancho métrico, situado a solo 700 metros en línea recta del HUCA y entre las estaciones de Uría y de La Corredoria, pero su entrada en servicio debe significar que, por ejemplo, el apeadero de Fonciello (Siero), con un nivel de uso ridículo, pase a tener paradas facultativos cada hora", afirma García Alcalde.

A pesar de que los expertos subrayan el gran potencial que tiene a poco que se mejore el servicio, se da la circunstancia de que la mayor pérdida de pasajeros de toda la red de cercanías de vía estrecha de la región se concentra en la línea de Oviedo a Infiesto. Y ello pese a que conecta Pola de Siero, Colloto y La Corredoria con el centro de la capital, además de enlazar la terminal de la calle Uría con el gran área comercial de Paredes (Siero) en apenas cinco minutos de viaje. Según los datos que manejan los sindicatos, la ruta ha perdido la friolera de 850.000 usuarios en la última década. En conjunto, los corredores de la antigua Feve en el Principado cerraron el ejercicio de 2016 con 650.000 pasajeros. En 2005 andaban por el millón y medio de clientes.

Plan de cercanías

El Principado no ha incluido de forma expresa en el documento de actuaciones pendientes del Estado en Asturias la construcción de un apeadero de tren en el entorno del HUCA, pero sí que reclama a Fomento la elaboración de un plan específico para las cercanías ferroviarias. Su objetivo es la mejora del servicio con propuestas de actuación sobre la infraestructura, las instalaciones y el régimen de explotación de los servicios.

El Gobierno regional impulsó en 2010 un proyecto tranviario, popularmente conocido como el tren-tran, con un ramal hacia el HUCA, entonces en construcción, la urbanización de La Fresneda y los polígonos de Llanera. El plan quedó en nada.