Hay 289 niños en espera por una resonancia magnética del sistema nervioso central, pero ninguno aguarda "más de lo que los facultativos recomiendan". El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, hizo el cálculo y la precisión ayer en la Junta, a preguntas de Podemos y justo antes de asegurar que en su departamento son "conscientes de la magnitud de las peticiones", con demoras del entorno de los dos años, y que por eso desde el pasado 17 de abril "se ha duplicado el número de sesiones semanales, pasando de cuatro a ocho", a una media de cuatro pacientes por sesión, y desde febrero se ha contratado dos anestesistas más, habida cuenta de que el gran condicionante del retardo de estas pruebas es la exigencia de hacerlas con anestesia. "Ya se han visto los resultados", sostiene el Consejero, que cifra en un 11,7 por ciento la disminución de los días de demora desde febrero

Del Busto venía de agradecer al diputado interpelante, el podemista Andrés Fernández Vilanova, el "tono" de su pregunta. "Le agradezco que no haya querido generar ninguna alarma o planear dudas sobre un gran servicio", dijo una vez que el parlamentario, a la sazón médico residente de Pediatría en el Hospital Univesitario Central de Asturias, hubo lamentado el "desamparo" de los pacientes afectados por una "espera excesiva que no es inocua en ningún caso".