El proyecto de presupuesto para 2022, el segundo del Gobierno de Pedro Sánchez, el segundo expandido gracias a la aportación de los fondos europeos, entró ayer al Congreso de los Diputados con una oferta de 393 millones de euros en la inversión asignada a Asturias. Son quince más que en 2021 para un ascenso del 3,9 por ciento que renueva el tope máximo de la inversión del Estado en la región desde 2013 –cuando el Gobierno de Mariano Rajoy puso la cifra en 425 millones– y suponen el tres por ciento del total de la inyección financiera territorializable en España, lo que mantiene a Asturias por encima de su peso por población y PIB en el concierto nacional.
El Principado es en el reparto puro la sexta región por la cola –solo está por delante de Canarias, Cantabria, Baleares, Navarra y La Rioja–, pero mejora hasta la sexta plaza, por arriba, en euros por habitante, con cerca de 388. Lejos de los 478 de Murcia y de los 117 de Navarra, pero por encima de la media estatal de 274. Cataluña, Andalucía, Valencia y Madrid son, por este orden, las autonomías con más esfuerzo inversor.
El detalle interno de la porción de las cuentas que se promete a Asturias mantiene con leves variaciones la tendencia a concentrar el grueso del dinero, más de la mitad, en la suma del ferrocarril con las carreteras. Baja el peso del tren, que en el presupuesto de 2021 consumía cuatro de cada diez euros y en este, con la Variante de Pajares encarrilando el final, se queda con uno de cada tres, con los restos del AVE o la mejora de las cercanías, entre otras partidas, acaparando algo más de 136 millones. Dos de cada diez, por encima de los 75 millones, son para carreteras, y en esta primacía de las comunicaciones resalta este año la inclusión de una partida de 9,1 millones de euros para bonificar la prometida rebaja en el peaje de la autopista del Huerna. La cuantía, desglosada en 5,9 millones para bonificar las tasas para vehículos pesados y 3,2 para los turismos, eleva en un cincuenta por ciento los 6,1 millones consignados hasta ahora para este propósito, pero no puede competir con los casi 55 que se lleva la Autopista del Atlántico gallega, la AP-9 recién rebajada por resolución del Gobierno adoptada el pasado verano. Como quiera que la AP-9 es una vía sensiblemente más transitada que la AP-66 asturleonesa, conviene afinar el cálculo por trayecto: el aporte sale a 2,9 euros por cada viaje en el Huerna y a 3,6 en la autopista de Ferrol a la frontera portuguesa.
Para Asturias, la dotación eleva en tres millones lo desembolsado hasta ahora en bonificaciones para mitigar el coste del viaje a la Meseta. Ese es el dinero en el que el Gobierno cifra finalmente el coste de la rebaja que tan intensamente le ha reclamado el Principado. Los aportes del presupuesto para la red viaria asturiana reducen, por lo demás, de veinte a catorce millones la reserva para la Autovía del Suroccidente –11,2 para el tramo Cornellana-Salas y 2,8 para la segunda calzada de Salas-La Espina– y duplican –para llegar a quince millones– la asignación del tercer carril de la “Y”, que se encuentra actualmente en ejecución y aún tiene prevista consignación presupuestaria para 2023 (5,2 millones). Por el volumen de la inversión, destacan una vez más las partidas destinadas a conservación de carreteras y desglosadas en una de 28,2 millones, similar a la del presupuesto en ejercicio, y otra financiada con cargo al Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia que baja de los 35,6 millones de las cuentas de este año a los 20,3 del próximo.
El tren, tradicional “estrella” de las inversiones del Estado en Asturias en los últimos años, rebaja su peso en este por el ingreso, ahora sí, de la variante de Pajares en la recta final de la obra. La dotación del ingreso del AVE en la región desciende sustancialmente desde los 63 millones del proyecto presupuestario para 2021 a algo más de 26 para 2022 y la consecuencia inmediata consigue un efecto impensable hasta hace poco: por primera vez, los fondos asignados a la muy necesitada red asturiana de cercanías (57 millones de euros) superan con amplitud a los de la alta velocidad ferroviaria. Esta mejora de las cercanías, eso sí, partió el año pasado de una previsión de 71,5 millones, aunque recalculando la ejecución de este año el proyecto presupuestario la deja en 26,2. Señal de que queda mucho por hacer, este capítulo aún prevé la friolera de 69, 173 y 143 millones para 2023, 2024 y 2025, respectivamente. Lo que no consigna el proyecto es inversión alguna para la vieja rampa de Pajares, que tenía tres millones para este año y prevé 717.000 euros en 2023.
Transportes es de largo el ministerio más inversor en Asturias, seguido de lejos por Transición Ecológica, que eleva a más de 26 millones la asignación reservada para saneamientos, depuración y mantenimiento de cauces.
En el área del patrimonio cultural, la rehabilitación del monasterio de Cornellana (Salas) alcanza los 300.000 euros tras sumar 100.000 al proyecto del año pasado y la partida para la conservación del Prerrománico experimenta un reseñable ascenso de 50.000 a 600.000 euros. En el horizonte está la rehabilitación de Santullano y, de modo más inminente, la restauración de las pinturas murales en la iglesia de San Salvador de Priesca (Villaviciosa).