Entrevista | Ana Cárcaba Consejera de Hacienda

"Ni los mercados se creen eso de que bajar impuestos conlleva crecimiento económico"

"Me niego a aceptar la idea de que las personas con grandes patrimonios no tengan conciencia fiscal; creo que entienden que han de contribuir a los servicios públicos en mayor medida"

Ana Cárcaba, consejera de Hacienda, el pasado viernes en su despacho. | Fernando Rodríguez

Ana Cárcaba, consejera de Hacienda, el pasado viernes en su despacho. | Fernando Rodríguez / Vicente Montes

Vicente Montes

Vicente Montes

Ana Cárcaba (1972) es consejera de Hacienda, un puesto poco dado a la exposición pública pero que supone un pilar para el Gobierno. Ha sacado adelante el cuarto presupuesto de la legislatura, en el que el Principado asienta un modelo fiscal marcado por deducciones dirigidas o ayudas directas más allá de rebajas generalizadas. Proviene del mundo académico, como profesora de Contabilidad en la Universidad de Oviedo, de cuya Facultad de Economía y Empresa fue vicedecana. No olvida que la Universidad es, a la postre, su casa.

–Cuatro presupuestos aprobados. ¿Éxito del proyecto presupuestario o de las negociaciones posteriores?

–Son cuatro presupuestos aprobados en la legislatura, sin mayoría absoluta. Pero es el quinto aprobado de manera continuada. Eso es un éxito de la región. Es complicado elaborar un proyecto de Presupuesto que recoja todas las políticas que queramos llevar adelante y que además consiga el apoyo de otros partidos, que tienen sus prioridades. Debemos hacer concesiones, pero siempre sin perder la esencia de las políticas del Gobierno. En legislaturas anteriores ya se han marcado cuáles son nuestras prioridades: una defensa del refuerzo de los servicios públicos esenciales, sin olvidarnos de la actividad económica y la cohesión territorial, poniendo el foco en las personas más vulnerables y las clases medias y en el reto demográfico. Es algo de lo que hemos hablado en toda la legislatura y sobre lo que ya hemos tomado medidas que tienen un claro reflejo en el Presupuesto. Y también destacaría los fondos europeos, con un gran peso. Pero, a su pregunta: la esencia del Presupuesto se mantiene intacta, pero buscar acuerdos implica introducir otros puntos de vista que incorporan mejoras que dan confort a un número mayor de asturianos, porque se lo da a sus representantes.

–¿Y cuántos de los apoyos o rechazos que se obtienen son fruto de coyunturas políticas o postureo?

–Mi experiencia en estos años me demuestra que todos los grupos se sientan a defender un planteamiento propio pero abiertos a negociar y a ceder, al igual que el Gobierno. Es cierto que a veces es más sencillo. Con IU, por ejemplo, la negociación es mucho más cordial y fluida. En mi opinión es el partido que ha tenido a lo largo de la legislatura una mayor responsabilidad política, pero eso no quiere decir que la actitud haya sido distinta por parte del gobierno respecto a otras formaciones. A veces, es cierto, el respaldo responde a coyunturas políticas: por ejemplo, las cuentas de 2021 tuvieron un respaldo amplísimo. Que una mayoría tan elevada apoyara esas cuentas, pese a tener planteamientos políticos diferentes, fue un claro ejemplo de responsabilidad política en una situación excepcional.

–Esta vez Ciudadanos o Foro, que respaldaron otras cuentas, no lo hicieron.

–Ellos tienen que explicar por qué antes sí y ahora no. Nosotras, el equipo negociador, nos sentamos con todos los grupos en esta ocasión y las anteriores con la intención de lograr el máximo consenso posible. Eso lo hace más difícil, porque no se trata de buscar el apoyo mínimo, sino el máximo. Si algunos decidieron ahora no apoyar, deberían darle a usted la respuesta: si ha sido por la proximidad de las elecciones o por el contenido del proyecto. Me resulta complicado entenderlo cuando hay cuestiones que venían en presupuestos anteriores y en este se intensificaron, como las medidas por el reto demográfico.

–No me niegue que buena parte del aumento de recursos los próximos años provendrá de la mayor recaudación fiscal.

–Puedo hablarle de las cuentas de este año. Como consejera de Hacienda me gusta ser muy prudente: hasta que no haya datos con seguridad me alejo de estimaciones. Respecto a las actuales, hay un aumento de ingresos; la mayor parte vienen del modelo de financiación autonómica y por la liquidación de ejercicios anteriores, que ha sido positiva. Hay una serie de tributos ya pagados que la administración central estimó a la baja en las entregas a cuenta. Esas estimaciones se hacen con numerosas variables, como evolución de precios, consumo, empleo… ¿Parte de esa cuantía se explica con mayor recaudación? Sí, pero hay otros muchos factores.

Mi compromiso con el Presidente fue por cuatro años; a partir de ahí no se sabe, pero soy profesora universitaria y a ese ámbito quiero volver en un futuro

–Pues ya sabe los reproches a eso…

–Muchos partidos utilizan expresiones que, sinceramente, considero bastante irresponsables, como que hay un enriquecimiento de la administración. Es un ejercicio de irresponsabilidad de políticos que aspiran a gobernar alguna vez. No tiene sentido. La administración recibe recursos que pertenecen a los ciudadanos y se canalizan a ellos. No es una empresa privada con ánimo de lucro, sino que está obligada a gestionarlos y administrarlos en servicios públicos, en políticas públicas.

–El Gobierno ha acuñado esa "vía fiscal asturiana" para explicar su apuesta tributaria. Aseguran que las deducciones llegarán al 90 por ciento de los asturianos. ¿Tantos asturianos hay en el medio rural, emprendiendo o teniendo hijos?

–Hemos tomado decisiones en el ámbito fiscal manteniendo el núcleo de nuestro modelo progresivo, responsable y justo, para atender la actual situación económica, proteger a las clases vulnerables e impulsar medidas demográficas ya iniciadas. Así, se mantiene la bonificación del 100% de las tasas a sectores afectados por la crisis, como ganaderos o transportes. Hemos puesto deducciones por el cuidado de hijos hasta los 25 años y otra para la emancipación hasta los 35 años. Y muchas más relacionadas con la familia y el reto demográfico. Se ha elevado el límite de renta para los beneficiarios y eso supone llegar al 94% de los declarantes. Además, según el INE, 54 de los 78 concejos asturianos entran en la definición de zonas rurales en riesgo de despoblación, por lo que optan a deducciones de alquiler, para familias monoparentales o nuevos vecinos que se instalen. Son medidas que, dentro de nuestro modelo, persiguen nuestros objetivos. Pero le matizo: no bastan. A veces se cree que las medidas fiscales consiguen efectos generales. No es así.

–Por ejemplo, el paradigma de la derecha es que bajando impuestos al final se recauda más.

–Tenemos suficiente información y datos como para dejar de defender ese planteamiento de que bajar impuestos implica mayor crecimiento económico. No es así. Aquellos países que pusieron en marcha esas políticas agresivas redujeron los recursos de la administración y tuvieron que acudir a la deuda y cargar sobre generaciones futuras esa decisión. Ya ni los mercados se creen ese argumento. Ya sabe lo ocurrido en el Reino Unido: gobiernos muy vinculados a la derecha que tomaron decisiones así están dando pasos atrás.

–Ha habido atasco en la administración con las ayudas a la vivienda. ¿Pasará lo mismo con estas ayudas directas?

–Es cierto que la administración se ha puesto a prueba. Con la pandemia se gestionó una serie de ayudas directas que supusieron un gran esfuerzo. Fuimos capaces, pero no niego que resultó complicado. También creo que ahora vamos a poder. Con el área de Derechos Sociales ya hemos iniciado reuniones para evitar retrasos en esas ayudas.

–Le diré algunos mitos establecidos: usted ya me dirá si son ciertos o no. Primero: "Las cuentas del Principado son habas contadas, porque el gasto en personal y de la administración ya representan gran parte del presupuesto".

–En el Presupuesto de cualquier comunidad, los gastos de los capítulos 1 y 2, personal y servicios, tienen un peso importante. Prestamos servicios públicos que son intensivos en recursos humanos, como la Educación o la Salud. Pero eso no significa que no se puedan desarrollar otras políticas. Sí, eso ocurre en cualquier comunidad autónoma.

–Siguiente: "Asturias es una de las comunidades con mayor presión fiscal.

–Falso. Llevo toda la legislatura combatiendo ese mensaje. Si consideramos tanto los tributos cedidos como los propios, tenemos una presión fiscal inferior. Estamos por debajo de la medida nacional en ambos casos. En cualquiera de los tributos tenemos unos tipos similares o inferiores a los de otras comunidades. Sí es cierto que en algunos tramos de mayores rentas tenemos una fiscalidad superior a algunos territorios. ¿Por qué? Porque defendemos un sistema fiscal progresivo.

–Más: "El anquilosado funcionamiento de la administración impide ejecutar aquello para lo que hay dinero".

–Tanto el Presidente como el Vicepresidente han manifestado que hay que reducir la burocracia, y es necesario para adaptar la administración a la nueva realidad. Es necesario responder con rapidez y hay que introducir cambios en muchos ámbitos y no es sencillo. Pero se lleva tiempo adoptando medidas. En esta legislatura se ha incrementado la tramitación electrónica. Se ha mejorado en la contratación centralizada. Y los pasos siguen con las dos leyes, de Empleo Público y de Calidad Ambiental, en tramitación en la Junta. Pero le digo un matiz: se pueden y deben reducir plazos y trámites, pero gestionamos dinero público así que se debe respetar el rigor y el control.

–Última: "A veces los presupuestos se engordan con partidas que se sabe que no se van a gastar".

–No. A veces la realidad impide que se hagan proyectos, pero todo lo que aparece en el Presupuesto tiene la voluntad y la intención de realizarse. Cuando una licitación queda desierta, por ejemplo, es un fracaso, pero el objetivo es hacer realidad las partidas.

–Ayuso ha propuesto un incentivo fiscal para las grandes fortunas.

–Desconozco la medida concreta, quiero conocerla técnicamente. Pero a los partidos vinculados a la derecha se les olvida es que el sistema fiscal que se defiende en este país, recogido en la Constitución, es progresivo. Implica que para sostener los servicios aportarán más los que tengan más capacidad económica, y no al revés. En este momento, el Estado ha planteado una medida que ahonda en esa progresividad y que es temporal: un impuesto a las grandes fortunas que no implica una doble imposición. Es una medida para avanzar en la progresividad del sistema y que pide un esfuerzo a aquellos a los que menos afecta la situación económica actual.

–¿Es una operación para captar a ciudadanos con grandes rentas?

–No dispongo de datos sobre movimiento de personas de grandes patrimonios, pero esa idea implica asumir que se trata de personas sin conciencia fiscal. Me niego a aceptar eso, no creo que sea verdad. Yo creo que las grandes rentas entienden que han de contribuir en mayor medida que quien, por las circunstancias, está en una situación que le impediría acceder a servicios si no hubiese una administración que contribuyese a atenuar la desigualdad social. Numerosos organismos internacionales, no sospechosos de ser progresistas, la OCDE, el FMI, economistas de prestigio galardonados con el Nobel, defienden que la fiscalidad es una herramienta para reducir la desigualdad social.

–Dicho lo anterior: Asturias se queda sola en la defensa del impuesto de sucesiones. ¿Eso es economía o es ideología?

—Menos del 1 por ciento de los herederos en línea directa lo abonan. Solo quienes reciben una herencia muy elevada. Hay un mínimo exento de 300.000 euros por heredero, descontando la vivienda habitual. En Asturias la herencia media es de 50.000 o 60.000 euros. La gran mayoría no paga este tributo. Pero lo defendemos porque permite reducir la desigualdad social. Los impuestos que gravan la transmisión no onerosa de riqueza contribuyen a que los patrimonios no se queden en las mismas manos. Son medidas fiscales que contribuyen a lograr mas igualdad de oportunidades. Y no son palabras mías, sino de importantes economistas.

–Los fondos europeos son un pilar clave de las próximas cuentas autonómicas. ¿La tramitación va en plazo y se generan solicitudes suficientes?

–La tramitación va en plazo. Más del 60% de la cuantía recibida ya ha sido objeto de convocatorias o licitaciones y más del 40% de los fondos están concedidos o adjudicados.

–Un presupuesto inversor es papel mojado si la ejecución es baja. ¿Cómo cierra el año?

–Aún no puedo darle datos definitivos, porque las últimas facturas llegan las primeras semanas de enero. Con datos de finales de diciembre, en el capítulo inversor, se han licitado proyectos por 585 millones, 147 millones más que el año pasado; de ellos, 490 millones se han adjudicado, 95 millones más que en 2021. A pesar de todo lo ocurrido esta legislatura, con una pandemia, una crisis económica, revisiones de precios en obras, un concurso de plazas en la administración que ha afectado a responsables de la tramitación de contratos, hemos logrado en 2020 y 2021 porcentajes en torno al 94%, y los datos de 2022 nos mantienen en la senda histórica.

–¿Han estimado cuánto se ha desviado el presupuesto de 2022 respecto a lo previsto por aumento de precios de materiales o energía?

–Probablemente tengamos datos en unas semanas. Pero es cierto que en 2022 algunas medidas de la administración atenuaron ese impacto. Por ejemplo, la contratación centralizada. Afecta a la energía eléctrica en los edificios administrativos. Iremos ampliando las medidas para afectar a todos los edificios, incluido los hospitales. Eso permitió que existiera un acuerdo marco hasta septiembre de 2023 que mantiene el precio de la energía. EN 2023 habrá que negociar un nuevo contrato y sin duda supondrá un salto importante.

–Usted viene del ámbito académico. ¿Se ven diferentes las cifras cuando se está en el terreno? Me refiero a que sabe lo que hay detrás de los porcentajes y las causas que explican situaciones.

–Ha sido una experiencia muy importante y ayuda a ver qué hay detrás de esos numerosos, que son importantes en la vida académica y profesional. Es verdad que tras un dato hay una explicación y a veces son explicaciones que si te alejas y solo estás en lo teórico no alcanzas a percibir. El aprendizaje ha sido continuo, En lo profesional y lo personal.

–¿Regresará al gobierno si el PSOE vuelve al poder después de mayo?

–Mi compromiso con el Presidente fue por cuatro años. Si él lo tiene a bien cumpliré ese compromiso. A partir de ahí, no se sabe. Pero yo soy profesora universitaria y he dedicado 24 años a esa profesión. A ella quiero volver en un futuro.

–¿Gestionar las tensiones presupuestarias de la pandemia supuso un máster?

–Toda experiencia es aprovechable. Todos los que estábamos en la gestión pública en ese momento, todos, en el Estado, en los ayuntamientos… nos enfrentamos a la situación con la máxima responsabilidad. Desde el principio el gobierno asturiano se planteó como prioridad la salud, porque el riesgo era alto en Asturias con una población tan envejecida. Para mí ha sido importante formar parte de un buen equipo de gobierno con un buen presidente a la cabeza, y con unos profesionales que han trabajado todas las horas del día para atender los retos. He tenido mucha suerte.

Suscríbete para seguir leyendo