Hablan los amigos de Carlos Iván Iglesias, el barranquista muerto en Cabrales: "Era muy experto y prudente"

De 43 años y empleado de la Fábrica de Moneda y Timbre de Burgos, se ahogó en el Casaño (Cabrales) junto a Beatriz de Cabo, de 37, cocinera en el Clínico de Salamanca

Carlos Iván Iglesias Peña, en una cueva. | Niphargus

Carlos Iván Iglesias Peña, en una cueva. | Niphargus

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

"No lo esperábamos ni por asomo, era muy experto y prudente", aseguró este jueves José María Alonso, presidente del Club de espeleología Niphargus de Burgos, al que pertenecía desde hacía 20 años Carlos Iván Iglesias Peña, el burgalés de 43 años que se ahogó el miércoles en el río Casaño (Cabrales) junto a su novia Beatriz de Cabo González, de 37 años y natural de Pitiegua (Salamanca).

Peña trabajaba en la Fábrica de Moneda y Timbre de Burgos, mientras su pareja, con la que llevaba al parecer unos meses, era cocinera en el Hospital Clínico de Salamanca, capital en la que vivía desde que se marchó de su pueblo para estudiar, aunque regresaba habitualmente para visitar a su padres. "Es una pena, estaba en la flor de la vida", aseguró un familiar suyo, Valeriano García de Cabo, residente en Pitiegua.

"Es un palo muy gordo, había hecho ya esas foces una o dos veces, no sabemos muy bien qué pudo pasar. Según un compañero de Asturias, no era una cosa de riesgo", indicó José María Alonso. Otro integrante del club indicó que, mientras Iglesias era un experto en barranquismo, su pareja no lo era tanto. Alonso añadió que Iglesias Peña realizaba actividades de barranquismo de forma continua, hasta el punto de que había estado el pasado junio en un encuentro internacional, el RIC de San Juan de las Abadesas (Gerona), que se desarrolla durante una semana en los cañones y barrancos más bellos de los Pirineos.

"Es un amigo muy querido, aparte de barranquismo hacía espeleología. Deja un hueco muy grande. Era una persona muy alegre y tenía muy buen carácter. Se va a hacer duro hacer actividades sin él, era de los que ayudaba a fortalecer el grupo", indicó Alonso. Este grupo de espeleología burgalés está realizando exploraciones en el Cuera.

Carlos Iván Iglesias será despedido este sábado a las 11.15 de la mañana en el tanatorio San José de Burgos. Posteriormente, será incinerado. El funeral por Beatriz de Cabo, conocida como Bea, será su localidad natal.

Mucho caudal

Jorge Núñez, director técnico de Barrancos de la Federación de Montaña de Asturias (Fempa), se mostró disgustado por lo ocurrido. "Nos afecta mucho que alguien se muera en tu zona", admitió. El experto indicó que puede intuir qué le pudo pasar a la pareja. "Suponemos que saltaron en una poza que, cuando hay mucha agua, te atrapa y te chupa hacia dentro, como un remolino gigante. El caudal estaba ayer (por el miércoles) muy fuerte, por los vídeos que me han enseñado, estaba desbocado", aventuró este barranquista. No obstante, indicó que debe ser la investigación la que determine que ocurrió fehacientemente con la pareja castellano-leonesa.

Núñez ofreció un dato que ilustra sobre la peligrosidad de las foces del río Casaño en un día como este miércoles. "Los guías de barranquismo que trabajan en la zona llevan sin entrar en el Casaño desde este domingo, debido a todo lo que llovió", resaltó. "No es ruta difícil si no hay agua, pero como haya agua, se vuelve muy técnica y complicada. Y es como estaba este miércoles", sentenció.

Este experto aconsejó a quienes vayan a realizar una actividad de este tipo que la planifiquen previamente y se informen, incluso con los guías locales, sobre cómo están los caudales, para no cometer errores que pueden ser mortales. Incluso aconsejó la contratación de guías conocedores de la zona para mayor seguridad. Jorge Nuñez indicó que la Federación de Montaña asturiana ofrece habitualmente cursos de formación que no están de más cuando se tiene intención de realizar una actividad de este tipo.

Otras muertes

El fallecimiento de Carlos Iván Iglesias y Bea del Cabo llega dos semanas después de la muerte de dos jóvenes de Zaragoza, de 31 y 34 años de edad, en el barranco de Gorgol, entre las localidades de Piedrafita de Jaca (Biescas) y Tramacastilla de Tena. El suceso se produjo el pasado 2 de septiembre, en plena alerta de DANA. Los fallecidos realizaban la actividad junto a un grupo de ocho amigos, que sí pudieron acabar el descenso y salir del agua. Ese día cayeron 100 litros por metro cuadrado, por lo que el caudal se desbocó y atrapó a los dos infortunados.

En Asturias también se han producido otros accidentes hace relativamente poco tiempo, aunque no suelen ser muy frecuentes. El pasado 16 de agosto, en esa misma zona de La Molina, otro barranquista de 53 años resultó herido tras caer de unos 10 metros a una cueva dentro del cauce del Casaño. Y en mayo de 2016 falleció un barranquista de 27 años en un pozo del mismo río Casaño, también en el barranco de La Molina.

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