Una normativa regional promoverá la igualdad de la mujer en el medio rural

El Gobierno del Principado aprobará en esta legislatura el Estatuto de la Mujer Rural, con el que se busca combatir la desigualdad y fomentar el emprendimiento femenino en el campo. El anuncio lo realizó ayer el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, durante los actos de entrega del galardón "Mujer Rural de Asturias" 2023 a la redera María Teresa Costales Obaya ("Teté"), organizado por la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader) en Luarca.

Marcelino Marcos, que intervino en la inauguración de la jornada, subrayó que la nueva normativa, que ya se está elaborando, "busca reconocer el papel vertebrador de las mujeres" en el medio rural. Para ello, los objetivos que se marca son fomentar el empleo y el emprendimiento femenino, así como la titularidad compartida de las explotaciones. Además, señaló que con el estatuto se pretende terminar con "las brechas de género y económicas a las que se enfrentan las mujeres y con la violencia machista". Asimismo, buscará favorecer la representatividad de las mujeres en las asociaciones y organizaciones del mundo rural.

La subdirectora general de Dinamización del Medio Rural del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carolina Gutiérrez, quien también participó en la inauguración de los actos, aportó unos datos en los que puso de manifiesto "el trabajo invisible, no reconocido" de la mujer dentro del sector agrario que, subrayó, "hay que visibilizar y valorar". Como ejemplo, señaló que en las cooperativas agroalimentarias solo el nueve por ciento de los puestos directivos están ocupados por mujeres y que tan solo hay un cuatro por ciento de mujeres presidentas de cooperativas. Unos datos que, destacó, "demuestran que aún tenemos que seguir trabajando por la igualdad". "Sin mujeres no hay futuro en el medio rural", proclamó. En este sentido, el consejero de Medio Rural apuntó que considera "fundamental" la aplicación del estatuto para equiparar los derechos de hombres y mujeres y convertir así a la Asturias rural en un espacio "donde se respire la igualdad en todos sus ámbito".

Del trabajo "invisible y poco remunerado" habló la galardonada de este año, María Teresa Costales Obaya ("Teté"), que reivindicó la importancia del oficio de redera y puso de manifiesto la imposibilidad de poder vivir de él económicamente, obligando a quienes como ella aman el arte de coser redes a diversificar y buscarse otros empleos complementarios. En su caso, abrió una tienda de artesanía, artículos de pesca y regalos en Lastres.

En el discurso que ofreció al auditorio tras recibir el galardón de manos de la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, Costales abogo porque administración, armadores de barcos, pescadores y las propias rederas "se sienten seriamente para conseguir que podamos vivir de este trabajo, que es imprescindible para los pescadores, y la única forma que hay para continuar es que podamos vivir de nuestro trabajo". Recordó también que antes de la creación de la asociación profesional de rederas de bajura "ni siquiera los marineros valoraban mucho el trabajo de las rederas, porque era algo que siempre tuvieron al alcance al hacerlo las madres, hermanas o esposas, sin cobrar, con la asociación conseguimos que se nos reconociese".

En el acto también se recordó y deseó la pronta recuperación de la "Mujer Rural" 2022, Rosa Rodríguez, la cunqueira de Trabáu, que sufrió un accidente a principios de mes en Venecia.

La jornada contó con la participación de varias científicas asentadas en pueblos asturianos que hablaron de sus proyectos innovadores en la zona rural.

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