El fin de un servicio que amenaza con dejar sin teléfono a cientos de usuarios y empresas en Asturias

"Hay mayores que no saben muy bien qué hacer", aseguran los alcaldes sobre el apagón del cobre, que afecta especialmente a extensas zonas rurales

El fin de un servicio que amenaza con dejar sin teléfono a cientos de usuarios y empresas en Asturias

Julio Vivas

Xuan Fernández

Xuan Fernández

El fin de la red de cobre de Telefónica en Asturias, prevista para el 19 de abril, coincidiendo con el centenario de la compañía, amenaza con dejar sin línea a miles de hogares de la región, que todavía utilizan las centrales de este material para comunicarse. Además, hay empresas que temen que la ya de por sí complicada conexión por la falta de fibra óptica o los problemas de la misma se vea afectada por el fin del cobre, que se extenderá a toda España. La cuenta atrás está activada desde hace ya varios años y Telefónica espera que ningún usuario se vea afectado, ya que la compañía se ocupa de comunicarse con cada cliente para ofrecerle y garantizarle la alternativa al cobre, que en la mayoría de los casos para por la instalación de fibra óptica, aunque hay otras opciones, como el satélite o radio.

«Para los ancianos será nefasto y muchos quieren el fijo de toda la vida»

Alberto Tirador

— Alcalde de Illas

Pero, en la práctica, la casuística cambia en Asturias, especialmente, en zonas rurales en las que la instalación de la citada fibra está en desarrollo. En la región, están pendientes de cerrar el servicio de más de 150 centrales de cobre, que se ubican en diferentes puntos del mapa del Principado. El resto ya han ido dejando el servicio con el paso de los años. En España, en total, había más de 8.500, instaladas por Telefónica a principios del siglo XX y que, durante años, hasta la llegada de la fibra y el boom de las nuevas tecnologías, eran el único modo de dar servicio para comunicarse. Ahora llegan a su fin porque, se supone, la ansiada fibra es más rápida, más eficiente y más sostenible.

"Esto va a ser un sinsentido y hay gente mayor que no sabe muy bien qué hacer. Esto nos va a afectar a toda la población de Illas o gran parte y temo que mucha gente se va a quedar sin teléfono", explica Alberto Tirador, alcalde de Illas, que no exagera sobre la mala cobertura que, denuncia, hay en su concejo, porque la llamada se corta una y otra vez. "Aquí tenemos cajas de fibra, pero no llega a todas las casas porque muchas veces los vecinos tienen que autorizarlo y la tramitación es un lío. Yo mismo me puse en contacto con el Principado para decirles qué teléfonos funcionaban mal", recalca el regidor de uno de los municipios más afectados..

«La gente nos pregunta y no sabemos muy bien qué decir»

Belarmino Fernández

— Alcalde de Somiedo

En Illas, al igual que sucede en otros concejos consultados, el fin del cobre puede ser un problema añadido para los vecinos de avanzada edad, acostumbrados a comunicarse con su línea telefónica para gestiones esenciales como pedir una cita médica o comunicarse con un familiar. "Para los ancianos va a ser nefasto y además mucha gente se niega a quedarse sin el teléfono fijo de toda la vida", insiste el regidor, que además ofrece otra clave para comprender bien el problema que se avecina. "Telefónica llama a los usuarios para avisarlos de este cambio y la gente dice: ‘Vale’. Pero luego no son conscientes de lo que pasa realmente y cuando llegue el día se quedarán tirados", recalca.

«Cuando corten la línea habrá problemas porque la fibra no llega bien»

César Villalibre

— Alcalde de Taramundi

La preocupación de Illas, un municipio especialmente afectado por el aislamiento tecnológico –ayer mismo se produjo una caída de la línea, según los vecinos– es extensible a muchos otros concejos de la región. En Somiedo, por ejemplo, muchos vecinos están empezando a llamar al Ayuntamiento, preocupados por si el fin del cobre les puede dejar incomunicados. "La gente nos pregunta, no sabes muy bien qué decir y la tensión aumenta mientras se acerca la fecha", explica Belarmino Fernández, alcalde de Somiedo. "Espero que la gente que tiene cobre no se quede con conexión y que la fibra llegue a todos los pueblos. En nuestro concejo todavía la están poniendo. Es fundamental que todo el mundo se tome en serio este problema", enfatiza el regidor, que pone el foco además en el "pésimo mantenimiento" de los postes de telefonía en Somiedo. "Es vergonzoso, hay cables tirados, señales en mal estado...", se queja. El Alcalde de Somiedo, además, lo tiene claro: "Va a haber mucha tensión con el fin del cobre y no la estamos viendo venir".

«Hay vecinos sin información y eso es lo preocupante del fin del cobre»

José Manuel González

— Alcalde de Cangas de Onís

En Taramundi, coinciden. "Cuando en abril corten la línea de cobre habrá problemas. Aquí tenemos fibra, pero no llega a todos los sitios, lo que supone un agravio", indica César Villalibre, regidor. Al Oriente, en Cangas de Onís, la sensación es parecida. "Hay vecinos sin información y eso es preocupante. Porque si se acaba el cobre hay gente que puede quedar sin teléfono", asegura José Manuel González Castro, alcalde de Cangas de Onís.

Cecilia Pérez, alcaldesa de El Franco y presidenta de la Federación Asturiana de Concejos, da una visión más global sobre la amenaza del fin del cobre. "Hay mucha preocupación porque el cobre es todavía lo que llega a muchos sitios. La fibra se está extendiendo, pero no llega a muchos municipios y hay gente que se puede quedar sin servicio y para su día a día dependen del teléfono fijo, sobre todo de pueblos alejados de núcleos urbanos y gente envejecida, es un problema real", recalca. La otra pata del fin del cobre afecta a las empresas. En Asturias, el polígono industrial de Maqua (Gozón), está especialmente pendiente del fin del cobre después de recibir una carta de Movistar, avisando del fin de la línea. En esa zona empresarial, con una treintena de compañías, hay una "pésima" conexión, según aseguran los propios empresarios.

«Los vecinos pueden quedarse sin servicio y dependen del número fijo»

Cecilia Pérez

— Presidenta de la Federación de Concejos

Telefónica se ha comprometido a desarrollar la fibra óptica antes de que se acabe el cobre, pero hay recelos y también temor a que el apagón afecte al ritmo empresarial. Antonio González, de Asturcar, explica la situación de esta forma. "La conexión en Maqua es casi como la Cañada Real. Todo iba mal, también el cobre. Y, si ahora la gente se queda sin nada, será peor", explica. "Yo llevo 11 años ahí y ese problema no se solucionó nunca. Yo tuve que comprar un rúter inalámbrico para tirar como pude", indica.

Telefónica, en cualquier caso, insiste en que no esperan problemas con los usuarios y que el fin del cobre es un paso adelante que provocará una conexión más rápida y eficaz.

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