Un malentendido y una cascada de "pésames": así cesó el BOPA por error a dos directivos del HUCA

El médico Alberto Fernández León y la enfermera María Antonia Jiménez Martos recibieron desde muy temprano mensajes de compañeros por un relevo del que no sabían nada, pero la realidad es que continúan en sus puestos

Así cesó el BOPA por error a dos directivos del HUCA

Así cesó el BOPA por error a dos directivos del HUCA / LNE

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

El BOPA dice muchas verdades, pero también comete algunos errores. Y de bulto. Y, si no, que se lo pregunten a dos directivos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) que este viernes fueron cesados sin previo aviso y por error mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial del Principado (BOPA). Una resolución de la Consejería de Salud que nunca había existido.

El susto fue notable; los “pésames” empezaron a fluir desde muy temprano; los mensajes y llamadas se multiplicaron… Gastaron el día en reponerse del mal trago y aclarar el malentendido. Todo un viernes, si no negro, al menos bastante oscuro.

La pifia del BOPA tuvo como víctimas al médico Alberto Fernández León, a quien de madrugada se le comunicó su destitución electrónica como subdirector de Atención Sanitaria y Salud Pública del Área Sanitaria IV (Oviedo); y a la enfermera María Antonia (Toñi) Jiménez Martos, fulminada con matinalidad y alevosía como subdirectora de Gestión de Cuidados y Enfermería de la misma área.

Estos dos relevos formaban parte de un BOPA plagado de cambios en los cuadros directivos de la sanidad pública asturiana: 17 nombramientos y 13 ceses. Sin añadir en estos últimos ni siquiera un reconfortante “se le agradecen los servicios prestados”…

Pésames madrugadores

El BOPA tiene lectores muy avezados y madrugadores. Muy de mañana, los teléfonos de los citados directivos comenzaron a echar humo: “Ya lo siento”, “no sabía nada”, “gran trabajo, tranquil@”... Toñi y Alberto sólo podían decir que ellos tampoco sabían nada y que la noticia les extrañaba, pues nadie les había avisado. Más tarde, pudieron constatar con sus jefes que la publicación era un error. Pero las noticias seguían ahí publicadas y fluían de lector en lector. El chorreo de mensajes de condolencia continuaba. Cuando el BOPA mete la pata tarda cierto tiempo en sacarla.

“Fue una mañana bastante desagradable para estos compañeros”, indicaron a LA NUEVA ESPAÑA varios conocedores de la situación. A la hora de buscar responsables, todo apunta a algún despacho del Sespa. Sin mala intención, hay que decir. Pero la cosa tuvo su miga. Y afectó a Alberto Fernández León, un médico internista con larga trayectoria en la gestión, rostro siempre sonriente y etiqueta de inmejorable persona; y a María Antonia Jiménez Martos, enfermera con una ejecutoria de profesional eficiente y discreta.

En ambientes de la Administración, suele decirse que “hasta el BOPA todo es toro”. O sea, que un nombramiento, un cese, una resolución cualquiera, están sujetos a muchas contingencias hasta que son publicados en el Boletín del Principado y se convierten en irreversibles. En este caso, hay que decir que después del BOPA también sigue siendo toro, porque ahora ha de venir la comunicación de que Alberto y Toñi siguen en sus puestos.

Pero quizá a estas horas sigan recibiendo mensajes de consternación y despedida….