Habla el asturiano Ernesto Arias, premiado por la Unión de Actores: "El galardón de verdad para un actor es tener trabajo"

No era la primera vez que le premiaban por su buen hacer escénico, pero nunca había tenido oportunidad de recoger su galardón en directo. Por eso, y porque "de verdad que no me lo esperaba", el actor y director nacido en Corias (Cangas del Narcea) y criado en Lugones Ernesto Arias se puso "realmente nervioso" cuando sobre el escenario del teatro Price de Madrid, en la gala anual de la Unión de Actores del lunes, leyeron su nombre como mejor actor secundario de teatro por la obra "La vida es sueño".

"Era la tercera vez que estaba nominado y ya había vivido la experiencia de disfrutar de la gala sin que digan tu nombre. Así que esta vez, que iba muy poco convencido de que fuera a ganar porque había grandes candidatos conmigo, me lo había tomado con mucha tranquilidad y no llevaba nada preparado. Ni un mínimo discurso", relata.

Entonces le entraron los nervios. Sabe que abrazó a su mujer y a algún compañero de camino al escenario pero... "lo que siguió lo tengo un poco difuso, en una nebulosa. Menos mal que los amigos me mandaron algún vídeo y pude comprobar que aunque improvisé los agradecimientos y hablé un poco embarullado, dije más o menos algo coherente", relata Arias. Un discurso emocionado que tampoco había podido pronunciar hace unas semanas, cuando ganó el premio "Oh!" del teatro asturiano a la mejor dirección por su trabajo con la compañía "La Westia" y la obra "Ada Byron". "Estaba en Mallorca, precisamente actuando con la obra por la que ahora me ha premiado la Unión de Actores, y fui sabiendo lo que pasaba por wasap; también me hizo una ilusión enorme", añade.

El asturiano Ernesto Arias, el mejor secundario de teatro para la Unión de Actores

El discurso que por fin pudo articular delante del público tiene mucho de reflexión "filosófica o comedura de tarro, llámalo como quieras, sobre la felicidad. Estoy un poco influenciado por mi hijo mayor, que, precisamente, estudia Filosofía", explica. Así pudo contarles a sus compañeros que "mi relación con la felicidad es la búsqueda de sentirme orgulloso y agradecido por todos esos lugares a los que pertenezco. Y, en concreto, estoy muy orgulloso y agradecido de pertenecer a un pueblo asturiano que se llama Corias, en Cangas del Narcea, donde hay muy buen vino. Y de haberme criado en Lugones, que fue donde descubrí el teatro. Estoy muy orgulloso de pertenecer a una familia que no es de actores; de unos hermanos sin los que no hubiera podido tirar adelante; de la compañera de vida, Celia, con la que he formado una familia preciosa; de mis tres hijos –Pablo, Ramón e Iván, para los que espero ser tan buen padre como ellos buenos hijos–, y muy orgulloso del equipo con el que he llegado hasta aquí. Y, por supuesto, de los nueve actores y ocho técnicos que estamos llevando por ahí ‘La vida es sueño’", encadenó.

Arias asegura que siempre quiso hacer esa mención en público a su familia, pero más aun quería hacerlo el lunes, "porque antes que yo por el escenario habían pasado Malena Alterio, Lola Dueñas... hijas de actores que agradecieron a sus familias por todo lo que les habían dado. Y yo también quería hacerlo con el mismo orgullo, aunque mi padre haya sido camionero y mi madre ama de casa, hasta que se hizo celadora; nunca tuvieron nada que ver con este mundo y, de hecho, cuando dije que quería dedicarme a esto casi cayeron para atrás; aun así, me han apoyado en todo momento, lo mismo que mis hermanos".

Los dos premios recientes han puesto al asturiano en la tesitura de tener que pensar si es mejor actor o director, ya que le ha dado a los dos palos. "Creo que, fundamentalmente, yo soy actor, pero esta profesión me ha permitido diversificar y formarme como director. Incluso doy clases también", refiere Arias, formado en el ITAE y que lleva décadas asentado en Madrid. Siente que 2024 no ha podido "empezar mejor" aunque al final tira de tópico, "porque es muy real", y remarca que "por muchos premios que te hagan ilusión, el mayor galardón es tener trabajo, poder seguir viviendo de esto y pasándolo bien. Esa es la realidad. Y yo en eso estoy feliz porque por ahora los proyectos no me faltan".

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