Llegan las bombas de repuesto compradas para evitar el colapso de la depuradora de Maqua

Medio Ambiente cree que el deterioro de las máquinas se aceleró por la presencia de áridos en las aguas residuales y busca atajar ese problema

El concejal de Mantenimiento y Diseño Urbano de Avilés, Pelayo García; Nieves Roqueñí y Mariví Monteserín conversan con uno de los empleados de la depuradora; detrás de ellos, las bombas de repuesto recién llegadas del taller donde las fabricaron. | María Fuentes

El concejal de Mantenimiento y Diseño Urbano de Avilés, Pelayo García; Nieves Roqueñí y Mariví Monteserín conversan con uno de los empleados de la depuradora; detrás de ellos, las bombas de repuesto recién llegadas del taller donde las fabricaron. | María Fuentes / Francisco L. JiménezF. L. J.

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Los responsables del buen funcionamiento de la depuradora de Maqua, donde convergen para su tratamiento las aguas residuales de toda la comarca de Avilés, respiran más aliviados desde que hace unos días llegaron sin novedad las cinco bombas de impulsión de agua bruta encargadas a una empresa sueca para sustituir otras tantas que corren peligro de fallar en cualquier momento.

Las piezas de repuesto, cada una de la cuales pesa 4.569 kilos y puede impulsar 800 litros de agua por segundo, han sido entregadas en plazo y ahora se espera poder colocarlas en su sitio a la mayor brevedad para que estén operativas a mediados del mes de enero. El cambio de las bombas se hizo imperativo al apreciar un deterioro de las mismas que podría conducir a fallos graves e incluso al colapso de la instalación.

La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, la misma que dio la cara en junio para comunicar la existencia del grave problema que afecta a la depuradora de la comarca avilesina, volvió a ser ayer la encargada de dar las explicaciones técnicas sobre la sustitución de las bombas. Estos trabajos requerirán de los servicios de buzos, pues en algunas fases de los mismos habrá que trabajar en un gran cubeto a 30 metros de profundidad, y no interferirán en el normal funcionamiento de la depuradora. El coste de la sustitución de las bombas, piezas y montaje de las mismas incluido, ronda el millón de euros y corre por cuenta del Principado.

La Consejería de Medio Ambiente va a licitar en 2023 un proyecto para dotar al colector del río Tuluergo de un sistema de filtros que impida la entrada en la tubería de «materiales impropios» como arena y piedras.

Roqueñí adelantó que la Consejería de Medio Ambiente va a licitar en 2023 un proyecto para dotar al colector del río Tuluergo de un sistema de filtros que impida la entrada en la tubería de «materiales impropios» como arena y piedras. Esta medida tiene que ver con la creencia de que han sido ese tipo de materiales, que no deberían llegar a la depuradora, los que aceleraron el desgaste de las bombas que ahora han de ser cambiadas. Roqueñí aprovechó para concienciar a los ciudadanos sobre el uso correcto de los desagües domésticos, «a donde no deben ir a parar, entre otros objetos, toallitas higiénicas ni los bastoncillos de limpiar los oídos».

También en 2023 debe ponerse en marcha la reforma del aliviadero de aguas residuales del río San Martín, la actuación por la que Avilés lleva años esperando y que está llamada a acabar con las inundaciones en la plaza de Los Oficios y las calles del Muelle y Llano Ponte. La obra salió a licitación el pasado verano en 2,32 millones y se adjudicó en 1,92 millones a la unión temporal de empresas formada por Civis Global y Vialon.

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La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín (PSOE), se congratuló ayer por la «diligencia» con la que el Gobierno del Principado ha actuado para evitar que el deterioro de las bombas de impulsión de la depuradora de Maqua cause un daño grave al entorno de la ría, que es a donde deberían ir a parar las aguas residuales de la comarca sin tratar en caso de quedar inutilizada la instalación.

Cumplido el turno de los elogios, la Regidora pasó al de los reproches pues «aún falta la solución definitiva», en alusión al Gobierno central por el retraso que acumula la reforma –más bien reconstrucción– de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Maqua, aquejada de tantos problemas que habrá que invertir en ella más millones de los 30 que costó: el presupuesto dado a conocer en 2021 ascendía a 39,4 millones. Por si fuese poco reunir ese dinero en época de vacas flacas, existen problemas de orden administrativo con Costas.

Según la Administración central, todo está «en trámite».

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