Reducir burocracia y mejorar servicios, retos de Avilés para crecer en turismo

"La vista de los inversores está puesta en el Norte, en zonas como la comarca", aseguran los profesionales en contacto con los touroperadores

Dos turistas con maletas transitan por El Parche con uno de los hoteles de la ciudad a su espalda.

Dos turistas con maletas transitan por El Parche con uno de los hoteles de la ciudad a su espalda. / MARA VILLAMUZA

Marián Martínez

Marián Martínez

Asturias ha empezado a captar la atención de touroperadores internacionales, especialmente del norte de Europa, y fondos de inversión como destino turístico y apuesta inmobiliaria, según han confirmado distintas fuentes del sector a este periódico. De hecho, ya se están realizando estudios de mercado para analizar la viabilidad de proyectos ligados al turismo y la comarca de Avilés resulta especialmente atractiva por su tamaño, por su ubicación geográfica y el entorno natural.

Paradójicamente, el clima que siempre se consideró un handicap de la región se ha convertido en un aliado estratégico. Por contra, la abundante y tediosa burocracia legal es un posible freno a las inversiones, junto con la necesidad de elevar la calidad de los servicios complementarios que demandan los turistas.

"Los touroperadores están buscando destinos alternativos al Sur y el Este de España, donde el calor y las restricciones por falta de agua se van a convertir en un problema a medio y largo plazo", explica una de las fuentes consultadas. "La vista está puesta en el Norte, donde el clima es muy agradable, el paisaje encanta a los viajeros y hay muy buena gastronomía. Y Asturias, en ese tablero de juego, tiene un enorme potencial", añade el mismo interlocutor..

Este experto en el mercado turístico de lujo y que reside en la comarca señala que según algunos de los estudios realizados, por ejemplo en el caso de Avilés, "uno de cada tres clientes suizos, personas de muy alta posición económica, estarían dispuestos a invertir en una ciudad como ésta, porque es pequeña, con mucha vida en las calles pero tranquila y segura, bien comunicada y con la posibilidad de disfrutar de la montaña y de playas a escasa distancia. Los clientes que están dispuestos a apostar por este destino e invertir en él son de una posición económica muy elevada, pero necesitan empresas de servicio que les ofrezcan soluciones de estructura".

El sector turístico asturiano es consciente del potencial de la región, pero también de sus carencias. Por ejemplo, según los últimos estudios de mercado realizados, la ocupación media de los hoteles en Asturias es inferior a la nacional. De hecho, en el Oriente de la región hay hoteles que, como ocurre en Andalucía y el Mediterráneo, cierran sus puertas fuera de temporada alta. Desestacionalizar el turismo es una necesidad imperiosa.

"Asturias tiene calidad climática, entorno natural, gastronomía y es una región con elevados índices de seguridad. Son componentes claves para atraer a los visitantes. Pero nos falta tener clara una política turística que implique reducir burocracia para no perder inversiones como ya está ocurriendo ahora, atraer congresos internacionales y que las tres grandes ciudades (Oviedo, Gijón y Avilés) se vendan como una sola, para ofrecer así todas las alternativas que las convierta en un destino único y atractivo", explican fuentes del sector.

El escaparate industrial

La comarca de Avilés tiene un potencial añadido a las bondades del resto del Principado: la concentración de multinacionales y grandes empresas, que son un elemento fundamental para captar eventos corporativos. "Los altos ejecutivos de esas compañías ven en Avilés y en los municipios de la comarca un lugar idóneo al que viajar con sus familias. Si se les consigue atraer y que conozcan la región, es habitual que repitan durante sus vacaciones".

Otra de las desventajas que encuentran los touroperadores y los inversores es "la carencia de un nivel de calidad de excelencia en los servicios". Se trata en este caso de uno de los caballos de batalla del sector, que asegura no encontrar profesionales de alta cualificación y tampoco quienes se quieran formar, el menos en la cantidad necesaria, para atender esa potencial demanda.

"Al igual que está ocurriendo con la industria, Asturias tiene que afrontar un cambio de modelo en el turismo, con una política clara que apueste por la calidad y que facilite la llegada de inversores", coinciden en señalar desde el sector.

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