"Tras 45 años de socialismo, las grandes industrias de Avilés han cerrado o su continuidad es incierta"

A raíz del anuncio del cierre de la planta avilesina de Sekurit correspondiente a la línea de construcción de parabrisas para automóviles que da empleo a 160 personas en Avilés, la portavoz y concejal de VOX en el Ayuntamiento ha manifestado que "tras 45 años de gobierno socialista en Avilés, nos encontramos con que todas nuestras grandes industrias han cerrado sus puertas o su continuidad es incierta".

–La comarca avilesina ha sufrido en pocos años el cierre de dos plantas fábricas históricas y que daban empleo a cientos de personas: Baterías, Alcoa y ahora la línea de producción Sekurit...

–En 2019 dejamos que Gijón se llevase Baterías con una promesa en firme de que habría por lo menos cuarenta años más de trabajo. De hecho, leíamos como la alcaldesa decía en 2016 que era un "requisito imprescindible" que el cese de actividad de las baterías de coque anunciado por ArcelorMittal para 2019, no tuviera consecuencias en el empleo. Sin embargo, las consecuencias del cierre ya sabemos todos cuales fueron y costaron la friolera de 1.200 puestos de trabajo, según datos de fuentes sindicales. Y en 2022 decíamos adiós a la aluminera Alcoa, con medio siglo de arraigo y antigüedad en nuestra ciudad. Aún recordamos la lona colgada en el balcón del ayuntamiento donde se leía "Alcoa no se cierra". Pues bien, Alcoa acabó en las peores manos posibles consecuencia del aval por parte los tres gobiernos socialistas (local, regional y nacional) al peor inversor de los que se presentaban, Parter Capital, que finalmente se deshizo de la empresa. Socialismo puro.

–Sin embargo, el gobierno local hablaba de nuevas oportunidades tras el cierre de Alcoa y Baterías…

–Esto es hacerse trampas al solitario porque si no hacen de Avilés un lugar atractivo para invertir no llegarán nuevas empresas a los antiguos suelos de Alcoa y eso, a nivel local, sólo se puede hacer con bonificaciones y ventajas fiscales en el IBI y el IAE, o el ICIO para nuevas empresas industriales que se quieran establecer, a la par que reducir los plazos máximos de tramitación para autorizar proyectos industriales.

–Y ahora Avilés se ha visto sacudida por el problema de Sekurit...

–Es un problema que no es nuevo, ya que en octubre del 22 expertos economistas hablaban de la crisis que se veía venir en la industria del vidrio. Las políticas energéticas del gobierno están haciendo insostenible la viabilidad de las empresas avilesinas, que en su mayoría dependen de la factura de la luz y de los costes de emisión de CO2.

–¿Cómo cree que repercutirá el cierre de Sekurit en la economía local avilesina?

–Estamos hablando de 160 familias que dependen de la división de Sekurit, pero estos 160 trabajos de los que hablan son sólo los de plantilla propia. Todos sabemos que también tiene impacto en empresas auxiliares que montan las piezas, y aquí estamos hablando de entre 150 a 200 puestos de trabajo más.

–¿Cómo calificaría el cierre de Sekurit y la actuación de los gobiernos nacional, regional y local?

–Este cierre no debe sorprender a nadie ya que se venían anunciando pérdidas en la planta desde la post pandemia y nadie quiso tomar cartas en el asunto, algo muy típico de los socialistas, que es tapar los problemas esperando que se solucionen solos hasta que dejan de tener solución. La pregunta que nos hacemos es si habrían tenido la misma pasividad y actitud si este cierre hubiera sido anunciado en campaña electoral. Ahora que el cierre parece inevitable, el gobierno debe centrarse en que los trabajadores tengan una salida digna a través de recolocación y prejubilaciones y que se ejecute la gran inversión en el horno que asegura la continuidad de la actividad, y para ello el gobierno debe asegurar que las condiciones para esta inversión sean optimas ofreciendo un clima de seguridad y estabilidad que haga la inversión atractiva y rentable.