Cotobello (Aller), L. CAMPORRO
A falta de un mes para que la cima Chechu Rubiera -en el puerto allerano de Cotobello- se convierta en una de las principales llegadas de la Vuelta Ciclista a España en territorio asturiano, los operarios del Principado ultiman los trabajos para adecuar el entorno del alto, donde se concentrarán los seguidores de la prueba ciclista, así como la gran caravana publicitaria que sigue a esta competición.
Máquinas y camiones trabajan estos días en la explanada, de unos 6.000 metros cuadrados de superficie, para tratar de hacerla más accesible a los vehículos. A lo largo de los próximos días acudirán los equipos de trabajo que se encargarán de la limpieza de cunetas, así como del desbroce de la zona y la limpieza de la carretera. Todo es poco para dejar como nuevo este entorno en el que los ciclistas recorrerán una distancia de aproximadamente diez kilómetros, que parte desde la glorieta de Corigos -junto al corredor del Aller- hasta la cima, que en este caso alcanza los 1.180 metros de altitud.
Pero no sólo las máquinas de obra han acudido estos días previos a la Vuelta Ciclista hasta la cima de Cotobello. También han llegado hasta este entorno muchos aficionados que, emulando a sus ciclistas favoritos, están recorriendo este itinerario para demostrar su destreza con el pedal. Eso sí, a diferencia de los deportistas profesionales, estos ciclistas «amateur» también aprovechan para disfrutar de la belleza del de montaña allerano, una atalaya natural en la que, durante el verano, pastan centenares de cabezas de ganado. Asimismo, el entorno ofrece multitud de propuestas para su disfrute, como las posibilidad de realizar prácticas de senderismo, rutas a caballo, parapente y quad.
Cotobello es conocido también como cima Chechu Rubiera porque fue el ciclista gijonés quien descubrió el puerto para la práctica del deporte profesional, y quien propuso a la Vuelta el final de etapa en la zona. Ahora quedará impreso para siempre en el libro de ruta de la ronda española.
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