El precio de la vivienda aumentó en Carreño durante el último año

El metro cuadrado rondó los 1.400 euros, después de caer hasta los 1.200 en julio | El coste medio del alquiler es de 490 euros

La calle Pedro Herrero, una de las principales vías de Candás. | A. G.-O.

La calle Pedro Herrero, una de las principales vías de Candás. | A. G.-O. / A. García-Ovies

A. García-Ovies

El mercado inmobiliario de Carreño ha empezado el año con los precios al alza. Comprar una casa en el concejo es ahora ligeramente más caro que en enero de 2022, si bien las cifras aún quedan muy lejos de las de hace una década, cuando el metro cuadrado llegó a superar los 1.800 euros.

Según los análisis realizados por distintos portales inmobiliarios, Carreño cerró el año pasado con un precio de 1.390 euros el metro cuadrado.

Los nuevos inquilinos valoran especialmente que la vivienda disponga de plaza de garaje, muy necesaria, sobre todo en los meses de verano, cuando el municipio recibe una gran cantidad de visitantes gracias a su importante agenda cultural y festiva. Que el piso tenga ascensor o que esté amueblado también incrementa ligeramente el valor final.

La aprobación del texto refundido del PGO desbloquea proyectos que llevan años paralizados

El histórico de precios revela, por ejemplo, que a principios del verano pasado se registró una reducción importante del valor de las viviendas, que llegó a situarse en 1.228 euros en julio, el precio más bajo de todo 2022. Un mes después, sin embargo, la cifra comenzó a aumentar, hasta rozar los 1.400 actuales.

En el caso del alquiler, el precio medio es de 491 euros. Una cifra baja si se la compara con las de los municipios vecinos de Gijón y Gozón, donde la vivienda está muchísimo más cara. En general, las viviendas disponibles en Carreño para alquilar rondan los 70 metros cuadrados, con dos habitaciones.

Con todo, la situación del mercado inmobiliario podría cambiar por completo con la reciente aprobación del texto refundido del Plan General de Ordenación (PGO). El nuevo escenario urbanístico abre un abanico de posibilidades en el municipio, puesto que desbloquea proyectos paralizados desde hace años.

La nueva normativa contempla un crecimiento "de un modo ordenado, equilibrado y acorde con los criterios contemporáneo".

Una de las grandes apuestas sería el crecimiento del municipio en dirección a Gozón, potenciando la zona que queda entre el complejo deportivo de La Mata y la piscina de Antromero, donde no solo se propone construir viviendas, sino también sendas y zonas verdes. La zona rural tampoco se quedaría atrás. De cumplirse estos pronósticos el concejo incrementaría considerablemente su parque de viviendas, lo que podría acabar repercutiendo en el precio.

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