Los usuarios critican el cierre al tráfico de Perlora por obras: "No es el momento"

El Principado prohíbe el paso de vehículos para renovar el alumbrado y obliga a los bañistas a caminar más de un kilómetro para ir a Carranques

Varios usuarios pasan caminando junto una de las vallas instaladas para impedir la circulación. | A. G.-O.

Varios usuarios pasan caminando junto una de las vallas instaladas para impedir la circulación. | A. G.-O. / Alicia García-Ovies

Nuevo motivo de indignación para los usuarios de la antigua ciudad de vacaciones de Perlora. Gran parte del recinto ha sido vallado y cortado al tráfico con motivo de las obras de renovación del alumbrado que está llevando a cabo el Principado. El acceso a Carranques se encuentra totalmente vetado a los vehículos, obligando a los bañistas a cargar con sus pertenencias a pie durante más de un kilómetro.

El cierre se produjo este miércoles, el día más caluroso de lo que llevamos de verano, y la previsión es que se alargue durante un par de meses. Los usuarios se encontraron por sorpresa con los accesos vallados y la imposibilidad de llegar a su destino en coche. En un principio, la medida provocó una gran confusión entre los bañistas, que llegaron a pensar que tal medida se tomaba para evitar que las personas accedieran a las edificaciones que aún se mantienen en pie en el abandonado complejo residencial. "Pensábamos que era para que la gente no se pusiese donde las casas, pero que sea por renovar el alumbrado nos parece fatal. Sabiendo la cantidad de personas que vienen a Perlora en verano, creo que podían haber esperado un par de meses más para empezar los trabajos", opinó Ana Castaño, quien acudió ayer a la zona acompañada de sus hijos y unos amigos.

"Me parece bastante mal que hayan empezado justo ahora, cuando todavía estamos en verano. Yo hoy llegué a plantearme ir a Gijón, pero, al final, decidí venir porque quedé más tarde con mi hijo", señaló Santiago Cachán. Su hijo, según dice, "es un enamorado de Perlora". Se trata del arquitecto Adrián Cachán Vallina, quien, en su día, diseñó un proyecto para la recuperación de la ciudad de vacaciones. "Fue él quien me contó que se iba a renovar el alumbrado, porque la instalación eléctrica estaba en tal estado de deterioro que ya no podía aguantar más. Vino por la noche y me dijo que últimamente no había ni luz", añadió Santiago Cachán.

La razón de que los trabajos se hayan iniciado antes de finalizar el verano sería el interés por aprovechar los días con mayor número de horas de sol, pero la medida ha causado un gran revuelo entre los usuarios. "He dado varios viajes a pie para llevar todas las cosas. En pandemia redujeron el número de vehículos que podían aparcar, pero aún así podías pasar con el coche a cargar y descargar. Ahora, ni eso", lamentó Cachán.