Si hay un evento que se espera con ganas en Riosa, ese es la llegada de la Vuelta a España. Una prueba que fue la encargada de poner el municipio en el mapa internacional. Cada vez que la serpiente multicolor - como así se conoce en el argot al gran pelotón ciclista- recorre las carreteras riosanas, supone un acicate para la economía local. El próximo 1 de noviembre será cuando los corredores vuelvan a una de las cimas más emblemáticas del mundo, y, para ello, el Ayuntamiento está procediendo ya al arreglo de la carretera que sube hasta el puerto, para que todo luzca en perfecto estado.

Precisamente, debido a estas obras de acondicionamiento, los accesos al Angliru estarán parcialmente cortados entre la localidad de Porció y Viapará. Restricciones que terminan justo en la zona donde se ubica el albergue municipal del Mirador del Angliru. Las interrupciones del tráfico se desarrollarán hasta el día 15, fecha en la que se cortará totalmente este sector para reasfaltar y repintar la carretera. Las personas que quieran acceder al Angliru deberán hacerlo por el concejo de Morcín, por la carretera que une la capital, Santa Eulalia, con el núcleo riosano de Viapará. Un acceso menos cómodo que el principal, pero que también desemboca en los kilómetros más duros de la subida hasta el conocido como el Olimpo del ciclismo.

Por estas fechas son muchos los aficionados al mundo de la bicicleta que cogen sus monturas para probarse en este alto. Una actividad que cada vez que la Vuelta a España anuncia su llegada al Angliru se incrementa exponencialmente, con turistas no solo de Asturias, sino de toda España y del resto del mundo. Y es que conseguir vencer al coloso riosano es una hazaña que gusta contar en las reuniones familiares o de amigos. No en vano, el pasado mes de septiembre, el cantante David Bisbal se dejaba ver por las rampas de la Cueña les Cabres o el Aviru, dando fe en redes sociales de la dificultad del puerto.

La alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, subió ayer a comprobar el desarrollo de los trabajos, que actualmente se centran en el desbroce de las cunetas de la carretera. Posteriormente se llevará a cabo una sustitución del asfalto en el citado tramo de Porció-Viapará, que se completará con el repintado de las marcas viales de la calzada. Las obras suponen una inversión de 80.000 euros. "Para nosotros, que venga la Vuelta es muy importante, y queremos que todo esté perfecto para la etapa", indicó la regidora.

Una etapa que se celebrará el 1 de noviembre. Fecha tardía que responde al retraso de todo el calendario ciclista por culpa de la crisis del coronavirus, que también afectó a la Vuelta a España. Los ciclistas que quieran suceder al célebre Alberto Contador en la meta del Angliru no solo mirarán al asfalto. También al cielo. En los últimos años, la cima estaba nevada por esas fechas. El Olimpo del ciclismo no lo va a poner fácil.