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Las Cuencas registran por primera vez en el siglo un saldo migratorio positivo

Los diez concejos ganan 329 vecinos en el balance entre los que recibieron y los que se fueron, pero la población baja por la crisis de natalidad

Vecinos caminan por el paseo de Los Llerones de Sama, con el puente atirantado al fondo. | Juan Plaza

Por primera vez en este siglo todos los municipios de las Cuencas registraron un saldo migratorio positivo. Los diez concejos de las comarcas del Nalón y del Caudal cerraron 2020 con un resultado favorable al comparar los vecinos que llegaron con los que se marcharon. Se trasladaron a ambas comarcas más vecinos de los que las abandonaron, según los datos hechos públicos por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).

Sin embargo, este incremento de habitantes, con 329 residentes más, no compensa el desequilibrio entre nacimientos y defunciones. La cifra de alumbramientos continúa un acusado descenso, con 507 durante todo 2020, y los fallecimientos se incrementaron respecto a los ejercicios anteriores, alcanzando las 2.298 en el año en el que se declaró la pandemia del coronavirus.

A pesar de que a cada uno de los diez concejos de las Cuencas llegaron más habitantes que los que decidieron trasladar su residencia fuera el descenso de población se situó próxima a los 1.500 habitantes, en el entorno del número de habitantes que tiene Caso. Aller fue el municipio con mejor saldo migratorio, ganando 81 residentes. Llegaron más ciudadanos de los que se fueron tanto de otros concejos como de fuera de la comunidad autónoma. En Laviana la cifra de incremento se sitúa en 63, sumando 36 habitantes más en el saldo migratorio interno, y en San Martín del Rey Aurelio en 49, aunque en el intercambio con otros municipios de la región perdió 44 habitantes. Esta cifra se vio compensada con los ciudadanos que llegaron de fuera de Asturias.

Lena, que ganó 42 habitantes, y Langreo, con 33, les siguen en la lista. En ambos casos, la situación es similar a la de San Martín del Rey Aurelio, al marchar más vecinos de los que llegan a otros concejos pero atraer a más habitantes de los que se van en la migración externa.

Sobrescobio recibió a 22 personas más, al irse 37 a otros municipios y llegar de ellos 14, mientras que de fuera de Asturias se trasladaron cinco habitantes y marcharon seis. Los movimientos migratorios dejaron a Riosa con 15 vecinos más, a Morcín con 13 y a Caso con 8. También Mieres cerró 2020 ganando habitantes en los movimientos migratorios, con 3 más. Al comparar aquellos que se trasladaron al municipio desde otros rincones de la región frente a los que se marcharon el balance es negativo, ya que perdió 65 habitantes. Pero, según los datos de Sadei, en el intercambio con el exterior ganó 68.

En 2019, cinco de los municipios registraron un saldo migratorio negativo: Aller, Caso, Lena, Morcín y San Martín del Rey Aurelio. En lo que va de siglo, desde el año 2001, en ninguno de los ejercicios habían presentado los diez concejos un balance positivo en el saldo migratorio.

Langreo llegó a tener un balance negativo de 377 habitantes menos en 2014, cifra la que se acercó Mieres un año después con 373 menos. La suma de los diez concejos arrojó en 2019 un saldo migratorio negativo, con 16 vecinos menos. La cifra fue mayor un año antes, con 349 menos y todos los municipios en negativo, con la excepción de San Martín del Rey Aurelio y Sobrescobio.

En la comarca hubo en 2020 un total de 507 nacimientos frente a los 609 registrados en 2019. Desde 2017 bajó de los 700. En 2020, el año en el que se declaró la pandemia, fallecieron 2.298 vecinos. Un año antes hubo 2.010 defunciones, según los datos de Sadei.

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