Las Cuencas contarán con una marca turística propia ligada al patrimonio para atraer a visitantes europeos

El Principado impulsa una estrategia que se financiará con un millón de euros de fondos de recuperación

Por la izquierda, Fermín Rodríguez, Graciela Blanco, José Luis Alperi, Carmen Arbesú y Gustavo Martínez, ayer, al inicio de las jornadas organizadas por el SOMA, en Langreo. | D. M.

Por la izquierda, Fermín Rodríguez, Graciela Blanco, José Luis Alperi, Carmen Arbesú y Gustavo Martínez, ayer, al inicio de las jornadas organizadas por el SOMA, en Langreo. | D. M. / David Montañés

Las cuencas mineras tendrán una marca turística propia, ligada en especial al patrimonio industrial. Así lo anunció ayer la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, quien además adelantó que el programa contará ya este mismo año con un presupuesto de un millón de euros del programa Next Generation EU, los llamados fondos de recuperación. De esta forma, el Principado prevé que los valles mineros proyecten su patrimonio industrial como escaparate para captar visitantes de alto poder adquisitivo, con la vista puesta en atraer turistas provenientes del norte de Europa.

El Centro Integrado de Formación Profesional de Comunicación, Imagen y Sonido de Langreo (CIFP Cislan) acogió ayer un encuentro organizado por el SOMA-FITAG-UGT y que tuvo a la inminente nueva marca turística como único foco de atención. Se trata de un viejo anhelo del sindicato. "El patrimonio industrial como marca turística para la generación de riqueza social y económica es un recurso muy importante", remarcó ayer el secretario general de la central sindical, José Luis Alperi. "Una marca turística nos puede poner en el mapa para poder competir. Tenemos de todo: mina, gastronomía, naturaleza, deporte y tres cuencas con ganas de aportar mucho a este ecosistema".

Alperi confía en que el Principado pueda liderar un proyecto coordinado con los diferentes ayuntamientos, dando cabida también al sector privado y, por supuesto, a Hunosa. "Es necesario desarrollar una estrategia que aglutine las diferentes iniciativas que ya están en marcha, ordenando la oferta para evitar que los diferentes concejos compitan entre ellos".

La reivindicación del SOMA no solo ha ido asumida como propia por el Principado, sino que incluso ya hay trabajo avanzado. El turismo industrial forma parte de la estrategia autonómica 2020-2030, destacó Graciela Blanco: "Es uno de nuestros productos prioritarios", aseguró más en concreto. Y anunció que el Gobierno regional lleva ya tiempo trabajando en un plan de posicionamiento específico de las Cuencas, siempre según sus propias palabras. El contenido concreto de la citada estrategia se presentará en las próximas semanas. La viceconsejera adelantó ayer algunas pinceladas. "El objetivo es mejorar el posicionamiento de Asturias como destino de turismo industrial y, sobre todo, aprovechar su carácter desestacionalizador".

El perfil del visitante que genera este tipo de turismo, subrayó Graciela Blanco, "es de clase media o alta, con un poder adquisitivo elevado y que suele viajar fuera de temporada alta". El Principado aspira así a atraer turistas internacionales. "Sabemos que hay un gran interés en países como Reino Unido o Francia y queremos explorar otros mercados como Holanda o Bélgica", señaló la viceconsejera.

Lo primero será crear una marca turística que sirva de paraguas para aprovechar conjuntamente todos los recursos, equipamientos y experiencias que se generan en torno al turismo industrial minero. "Es fundamental evitar los localismos si queremos proyectar Asturias como un destino atractivo en este campo". Blanco indicó que uno de los frentes de avance será la creación de rutas temáticas "que nos ayuden vincular los diferentes centros de interés y el paisaje". Y añadió: "Si hay algo que nos identifica de otros destinos de turismo industrial es que en Asturias el patrimonio industrial y el paisaje van de la mano".

La marca turística propia que tendrán las cuencas mineras en breve tiene su origen en la petición que ya hace varios años hizo el SOMA para la elaboración de un plan estratégico del patrimonio industrial. El sindicato reclamó al Principado una "marca turística global" que abarque a todos los ayuntamientos de las cuencas mineras. Ya entonces se señalaba como uno de los problemas la existencia de disfunciones en las actuaciones llevadas a cabo en las dos últimas décadas. La central también ha constatado "que la ausencia de una coordinación efectiva y de criterios de reutilización viables en los proyectos realizados conllevó, en ocasiones, su fracaso o una seria limitación en cuanto a sus objetivos debido a su inconexión en un plan estratégico".

El apoyo de Hunosa

Hunosa, como propietaria de la casi totalidad del patrimonio industrial minero asturiano, debe jugar un papel relevante en el proyecto. "Iniciativas como nuestro trail de montaña nos permiten percibir que la gente de fuera aún desconoce la cantidad de recursos que tenemos en el territorio", destacó ayer Gustavo Martínez, portavoz de la compañía. "Necesitamos una coordinación para que los diferentes actores podamos trabajar en la misma dirección. El papel de liderazgo lo debe jugar el Principado y el patrimonio de Hunosa debe ser un eje vertebrador, como pide a gritos la ciudadanía".

El encuentro organizado por el SOMA-FITAG-UGT reunió ayer en el salón de actos del Cislan a mucho público, con numerosos representantes de los gobiernos locales, como el alcalde de Aller, Juan Carlos Iglesias. La regidora de Langreo, Carmen Arbesú, ejerció como anfitriona y portavoz de los ayuntamientos. "Tenemos mucho que ofrecer, empezando por nuestro patrimonio", señaló.

Carmen Arbesú se mostró entusiasmada con el alumbramiento de una marca turística que englobe toda la oferta existente actualmente en las comarcas del Caudal y del Nalón, junto con el Suroccidente asturiano. "Las cuencas mineras siempre han tenido un gran atractivo y ahora podemos ofrecer al visitante todo lo que nos dejó la minería, junto al paisaje y paisanaje de antaño. El turismo no solo es playa y sol", apuntó.

Y es que los valles del Nalón y del Caudal, antaño mineros, ahora son territorio museo. Los hay de todo tipo. Los más visitados, los relacionados con la actividad extractiva, con la cultura del carbón que durante 150 años moldeó el paisaje y el paisanaje de la comarca. Pero hay mucho más: un hospital de animales, los centros de interpretación de los parques naturales de Redes y Las Ubiñas, espacios dedicados a escritores, pinacotecas, aulas del prerrománico o de la histórica Vía Carisa de los romanos, pasando por varias aulas dedicadas a la etnografía.

El acto celebrado ayer en Langreo también contó con un apunte técnico. Fermín Rodríguez, catedrático de Geografía y Ordenación del Territorio en la Universidad de Oviedo, participó en la cita. El también director del CeCodet recordó que la entidad académica lleva años trabajando en el aprovechamiento de la cultura minera o, como el mismo corrigió, "en un género de vida". Esta herencia ha dejado recursos, "muchos vinculados a la mina, pero otros a la naturaleza, a la aventura y al hecho de estar localizados en el corazón de la Cordillera Cantábrica". Rodríguez analizó lo bueno y malo de los localismos: "Es parte de nuestra personalidad, pero el mundo ha cambiado mucho y no podemos enajenarnos pensando en contra del tiempo. Hay que huir de la competencia estéril sin renunciar a la diversidad de cada valle y lugar".

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