Aumentan los peregrinos del Camino del Salvador, que huyen de la «masificación» de las variantes más conocidas

Los albergues de Lena registran ya 439 caminantes que llegan desde todo el mundo, sobre todo de países de Europa y de Estados Unidos

Los hermanos Irene y Pablo Sánchez, minutos después de terminar la etapa en Pajares. | C. M. B.

Los hermanos Irene y Pablo Sánchez, minutos después de terminar la etapa en Pajares. | C. M. B. / C. M. Basteiro

Irene y Pablo Sánchez están sentados en un banco del pueblo de Pajares. Charlan y se ríen, pero las chanclas dejan a la vista cuatro pies llenos de ampollas. Son dos de los 439 peregrinos que han pasado, en lo que va de año, por el Camino del Salvador –que une las catedrales de León y Oviedo, en un recorrido que pasa por Lena y Mieres–. Es pronto para hacer balances pero, desde el Ayuntamiento de Lena, esperan cerrar el ejercicio con cifras récord. ¿El motivo de este trajín? Los peregrinos cada vez escogen más el Camino del Salvador para huir de las «aglomeraciones» de las rutas que llevan a Santiago.

«El paisaje es espectacular, sobre todo cuando ya estás en Asturias», afirman, al unísono, Irene y Pablo Sánchez cuando les preguntan por lo que más les está gustando del Camino del Salvador. Son hermanos, viven en Orihuela (Alicante). «Decidimos hacer esta variante del Camino porque no queríamos meternos en las aglomeraciones del Camino Francés, que era nuestra otra opción», explican. También por el tiempo: «Solo coincidíamos una semana de vacaciones los dos, y así podemos hacerlo entero. Ha sido una buena decisión», matiza ella, mientras esperan para entrar en el albergue de Pajares.

El de Pajares y el de Pola de Lena –en el Hotel de Asociaciones– son los dos albergues del municipio. En lo que va de año han contabilizado 439 peregrinos, de los que 244 eran nacionales. Según los responsables de los alojamientos de peregrinos, este verano «llegan personas de todo tipo». Atrás quedó el perfil estrictamente espiritual y religioso: «Cada vez son más los jóvenes que deciden hacer el Camino del Salvador, más por la experiencia en sí que por todo lo ligado con la religiosidad».

Pablo Sánchez es ya todo un experto en el Camino de Santiago. Ha recorrido diversas variantes, en distintas etapas. A su llegada a Pajares, los hermanos alicantinos habían recorrido tres tramos del Camino del Salvador. Sin lugar a dudas, coincidieron, la etapa más dura fue la última. «Traemos los pies llenos de ampollas, sí se nos ha hecho muy dura». Cuando les flaquean las fuerzas, comentan sonriendo, piensan en el homenaje que se darán en Oviedo. «Nos ponemos a hablar del cachopo que nos vamos a comer y la sidra que beberemos, y ya se nos pasa», ríen. Al menos hasta su llegada a Pajares no se habían cruzado con ningún otro peregrino, «ni de España ni de fuera».

Procedencia

Difícil saber por qué. Aunque lejos de la masificación de otras variantes, el Camino del Salvador cada día está más concurrido. Por peregrinos que, literalmente, llegan desde todo el mundo. Los lugares de origen que más se repiten son Portugal, Estados Unidos, Alemania, Italia, Irlanda y Canadá. También Australia, Polonia y Escocia; además de Brasil, Finlandia y Grecia. Este verano perciben un repunto de peregrinos orientales, especialmente de Japón.

Irene y Pablo Sánchez recogen las mochilas. Es hora de entrar en el albergue, ducharse y cenar. Luego a dormir, para la próxima etapa: «A ver si no es tan dura como esta», comentan, ya listos para despedirse. Buen camino.

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