Un coto truchero a tope: el embalse de los Alfilorios cubre por cuarto año su cupo máximo de pescadores

El embalse consolida el atractivo de su coto y sortea el riesgo de esquilmar su población de peces gracias a las campañas de repoblación

Ignacio Fernández Cerra y David Gómez, soltando truchas en el embalse de los Alfilorios el pasado mes de marzo durante la campaña de repoblación. | D. M.

Ignacio Fernández Cerra y David Gómez, soltando truchas en el embalse de los Alfilorios el pasado mes de marzo durante la campaña de repoblación. | D. M. / David Montañés

El embalse de los Alfilorios enfrenta la recta final de su cuarta temporada de pesca con su cupo de cañas totalmente cubierto. Con todas las reservas selladas hasta el fin de la actual campaña (15 de agosto), serán 320 los aficionados que este año se hayan dado cita en la presa morciniega para disfrutar de una práctica deportiva que estuvo prohibida hasta 2020. En estas cuatro temporadas no se ha dejado de cubrir ni uno de los permisos de pesca. De esta forma, son ya unos dos mil los pescadores que han visitado los Alfilorios desde que se abriera el coto. Las asociaciones de pescadores de Morcín y Riosa consideran que los Alfilorios se ha consolidado en un tiempo récord como una espacio de gran atractivo para el sector.

El Principado y el Ayuntamiento de Morcín, en sintonía con las asociaciones de pesca, decidieron la pasada primavera restringir notablemente la práctica durante esta campaña. De los cinco permisos diarios se ha pasado a tres, y las seis capturas permitidas se han reducido también a la mitad. El futuro de la especie ya no preocupa, pero otra inquietud ha surgido en el entorno de esta estratégica reserva acuífera. Hay muchas truchas, pero hay poca agua. El remedio parece escapar a la posibilidad de acción local.

Las asociaciones de pesca están preocupadas por el bajo nivel del agua en los Alfilorios. Se trata de una inquietud que se traslada también a los ríos. "La sequía es evidente y es un problema que supera al ámbito de la pesca", señala Ignacio Fernández Cerra, responsable comarcal de Asturiana de Pesca. Los pescadores advierten cambios en el ecosistema cuya trascendencia no son capaces de valorar. En el caso de los Alfilorios, perciben que con el calentamiento de las aguas y el descenso de la cota se está incrementando la acumulación de nueva vegetación en los fondos. "Desconocemos qué tipo de consecuencias pueden acarrear estas alteraciones, pero lo que es evidente es que se están produciendo", subraya Fernández Cerra.

Lo que ya no preocupa en los Alfilorios es el riesgo de que el embalse acabe esquilmado por una pesca demasiado intensiva. De hecho, de cara a la temporada que viene el plan pasa por ampliar de nuevo el cupo de cañas. La idea es que se vuelva a permitir la presencia de cinco pescadores cada jornada, por los tres de este año. Lo que ya no tiene vuelta atrás es el máximo de tres capturas, una medida restrictiva que busca proteger la población de trucha y que fue planteada por las propias asociaciones de pesca.

Aun con poca agua, el embalse de los Alfilorios está en un momento álgido. El coto inaugurado en 2020 tras años de reivindicación es todo un éxito. Esta campaña han pasado por Morcín 320 aficionados, el tope de los permitidos. Las administraciones incluso asumen que este año han sido demasiado restrictivas. El único problema que inicialmente generó la activación del coto de pesca de los Alfilorios es que la nutrida colonia de truchas existente en el pantano se vio notablemente mermada, con un desgaste mucho mayor del inicialmente previsto. Este contratiempo parece superado tras ponerse en marcha un proyecto de colaboración en el que participan el Principado, los ayuntamientos de Morcín y Oviedo, y las asociaciones de pescadores. Durante esta campaña se han hecho dos repoblaciones con trucha adulta. Se han soltado más de 200 ejemplares en edad de reproducción. Para ello, las asociaciones locales colaboran con otros colectivos de la región, como la asociación de pescadores de Las Mestas del Narcea o La Socala, de Valdés. Gracias a este trabajo se están pescando truchas en los Alfilorios de hasta casi tres kilos y medio.

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