El pozo Fondón se renueva a toda máquina: una locomotora restaurada adornará los jardines de la antigua mina de Sama

La locomotora DF 38 ya luce al pie del castillete del pozo Fondón, en Sama. Una grúa de grandes dimensiones colocó en la mañana de este lunes la máquina de vapor que fue restaurada durante 2023 en los Talleres Santa Ana, en El Entrego, por un equipo de  La Fundación Laboral Santa Bárbara (Fusba). El siguiente paso será habilitar un espacio en los jardines del pozo para que la locomotora quede expuesta y protegida bajo una cubierta. Será un reclamo más para los visitantes del archivo histórico de la compañía.

El proceso para instalar la locomotora fue ágil, pero delicado, ya que había que colocar la máquina en el punto exacto. Por ello, la grúa tuvo que volver a elevar la locomotora en varias ocasiones hasta que quedó en el lugar correcto. Esta máquina estuvo en los últimos años en las instalaciones del pozo María Luisa. Fue fabricada en 1954 por Duro Felguera siguiendo el modelo original alemán del tipo Borsig. "Fue la última de una serie de ocho idénticas, las primeras que construyó directamente la compañía asturiana", indicaron responsables de Hunosa. Una de ellas, la número 35, con el nombre "Adaro" fue instalada en la primavera de 2023 en el exterior del pozo Sotón, en San Martín, después de ser restaurada por el mismo equipo de Fusba. 

Así fue el proceso para colocar en el pozo Fondón una locomotora minera restaurada

Así fue el proceso para colocar en el pozo Fondón una locomotora minera restaurada

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La locomotora 38 es la única que no llevó nombre y únicamente lucía placas con su matrícula en la chimenea. Fue inicialmente usada en la red de La Felguera para ser posteriormente enviada al ferrocarril general, donde se mantuvo hasta que fue asumida por Hunosa. "Fue entonces enviada a Turón, lo que requirió la modificación de su ancho de vía, que pasó de 650 milímetros a 600. La locomotora prestó servicio entre Fortuna y La Cuadriella hasta la clausura de esta línea en 1972, año de su retiro. Fue entonces expuesta, ya como monumento, primero en el Pozo El Entrego y, con el cierre de esta explotación en 1993, en María Luisa. Desde allí viajó a Talleres Santa Ana para su restauración", señalaron los responsables de Hunosa. 

Los representantes de la hullera pública destacaron que "el patrimonio industrial y minero asturiano va más allá de los edificios al servicio de las unidades productivas o los castilletes. Las locomotoras constituyen un elemento de gran valor y por eso Grupo Hunosa se ha implicado en su restauración y puesta en valor. Centrada a día de hoy en las nuevas energías, la sociedad estatal no olvida sus raíces y mantiene el firme propósito de mantener viva la memoria del carbón y su patrimonio".

En la actualidad, la compañía restaura otras dos máquinas de vapor: la "Riosa’" en Mieres y la número 8 de Carbones Asturianos.

Transporte de mineral

Las minas asturianas utilizaron decenas de locomotoras para transportar el mineral. Solo en la comarca del Caudal, se emplearon hasta 125 locomotoras, entre 1876 y 1984, año en el que "La Riosa", la última tracción de vapor de Hunosa, fue encendida por última vez. Una gran parte de las locomotoras desaparecieron en los años previos a la fundación de Hunosa, en 1967. Con la constitución de la empresa pública comenzó a "indultarse" poco a poco a estas máquinas.

Finalmente han sobrevivido, debidamente restauradas, unas pocas decenas. Muchas de ellas están en el Museo del Ferrocarril de Asturias (Gijón), pero otras se encuentran adornando espacios públicos en diferentes puntos de la región.

El SOMA-FIA-UGT ha planteado que en el pozo San José en Turón se desarrolle un proyecto ligado a la gestión, restauración, conservación y mantenimiento de recursos de patrimonio industrial. La iniciativa entronca con la propuesta planteada por el director de la Escuela Politécnica del campus, Ángel Martín, para habilitar una nave para hacer un depósito de maquinaria para rehabilitarla y darle una segunda vida.

El sindicato entiende que, junto al respaldo de Hunosa al proyecto, sería necesaria la colaboración de la Universidad de Oviedo, a través del Campus de las Comarcas Mineras, y también de Fucomi, que podrían contar con el apoyo del departamento de Formación y el Archivo Histórico del Pozo Fondón que dispone de "un importante registro documental, fundamental para este tipo de trabajo», según la central.

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