Rebrota la tensión en el barrio de Santa Marina en Mieres por la droga, con denuncias de amenazas a vecinos

El barrio se plantea retomar las movilizaciones tras descararse los presuntos traficantes de un narcopiso con una mujer a la que intimidaron

Las pancartas colocadas el año pasado en Santa Marina. | D. M.

Las pancartas colocadas el año pasado en Santa Marina. | D. M. / David Montañés

Los vecinos de Santa Marina llenaron en mayo del año pasado el frontal más visible de la barriada de pancartas contra la droga. Transcurridos desde entonces nueve meses, las familias siguen conviviendo con la venta de estupefacientes en uno de los pisos de esta céntrica zona residencial. Justo cuando algunas familias, resignadas, ya habían incluso quitado parte de las pancartas que simbolizan el malestar de la comunidad, un repunte del "trapicheo" ha vuelto a poner al vecindario en alerta. La tensión se han vuelto a incrementar hasta el punto que una vecina ha sido amenazada de muerte.

La denuncia interpuesta por la citada vecina hace referencia a un grave altercado que ocurrió el pasado 29 de enero. Según recoge el atestado policial, la mujer, de 40 años, estaba tendiendo la ropa en su domicilio de la calle Siete Fuentes cuando se percató de la presencia en los jardines anexos de los ocupantes del polémico "narcopiso". Se trata de una pareja muy conocida en Mieres por su vinculación con el mundo de la droga. Mientras paseaban un perro, se dirigieron con insultos a su vecina, con todo tipo de improperios, como "zorra y puta". Al tiempo, el varón, siempre según la denuncia, "se llevaba la mano a la altura del su cuello con signo amenazante, como queriendo decir que la iba a matar". Igualmente, "se tocaba repetidamente sus partes". Por su parte, la mujer también profirió insultos, con cortes de manga.

Durante el tenso incidente, la pareja de drogopendientes no dejó de insultar y amenazar, con frases como "te vas a enterar, hija de puta, cerda, todo el día mirando por la ventana; ya te cogeré".

Los vecinos están cansados tras una larga convivencia con la venta de droga en Santa Marina, un barrio muy familiar y tranquilo. "La convivencia es muy difícil, ya que hay un constante trasiego de gente que acude a comprar droga, con discusiones, peleas y sensación de inseguridad".

Los vecinos de Santa Marina están valorando la posibilidad de retomar las movilizaciones que ya realizaron el pasado verano, con concentraciones frente a los juzgados. Ya entonces el Ayuntamiento reclamó "contundencia contra los que trafican con la droga y siembran muerte y dolor". "Comprendemos la preocupación y malestar", indicaron los portavoces municipales. El recientemente fallecido Aníbal Vázquez no dudó en ponerse al frente de la protesta vecinal. El por entonces alcalde pidió "mano dura contra los mercenarios de la droga". La postura del Consistorio sigue siendo de total respaldo al barrio.

La Policía Nacional ha mantenido en todo momento una constante vigilancia en la zona. La pareja de presuntos traficantes tiene varias causas judiciales pendientes: "La información que manejamos es que con los juicios que tiene pendientes acabaran por entrar en prisión, pero la espera no termina y llega un momento en que la paciencia se acaba. Si insultas y amenazas a plena luz del día, donde está el límite. Es normal tener miedo", concluyen los vecinos.

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