En recuerdo de "Jose el de Salus"

Ayer despedimos a José Alonso, más conocido en Laviana, como "Jose el de Salus", y hoy quiero dedicarle este reconocimiento público como trabajador del Ayuntamiento de Laviana y como persona.

A Jose le conocemos de toda la vida. Siempre servicial, buen compañero y leal servidor a Laviana. Y digo leal servidor porque aunque suene a viejo, a caduco, no podemos renunciar a esos valores que son los que diferencian a un funcionario público que desarrolla su trabajo dentro del cumplimiento estricto de la legalidad, de aquél que va mucho más allá y se esmera en que, cada vecino, cada vecina, salga de las dependencias municipales con sus inquietudes resueltas. Así era Jose. Un trabajador incansable al servicio de nuestro pueblo.

Jose era de los que, cuando veía a un "paisano despistáu" que no sabía a qué ventanilla dirigirse, salía a su paso y llamándole por su nombre, le preguntaba: "¿Qué traes por ahí?". Una expresión muy nuestra y que siempre agradece el que la escucha porque denota el interés por sus desvelos y preocupaciones.

A Jose le conocía todo el mundo y no conozco a nadie que no le tuviese aprecio. Empadronó a varias generaciones de lavianeses y lavianesas, fue el encargado de tallar los quintos, de resolver dudas del catastro. De tantas cosas que la figura de Jose siempre estará ligada al Ayuntamiento de Laviana.

Aún después de jubilado me lo encontraba por La Avenida y se interesaba de cómo iban las cosas por "la Casa", porque para Jose, el Ayuntamiento siempre fue su casa.

Hoy el abrazo a su esposa Cristina, a sus hijos Félix y Cris, no es sólo mío, es el de todo un pueblo que se siente agradecido.

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