El Unión Financiera se la pega y jugará por salvarse tras un desastroso partido ante el Villa de Aranda (34-18)

Rubén Rozada, entre dos jugadores del Villa de Aranda, ayer. | Pablo Rupérez

Rubén Rozada, entre dos jugadores del Villa de Aranda, ayer. | Pablo Rupérez / N. L.

N. L.

Villa de Aranda, 34-Unión Financiera, 18

Tubos Aranda Villa de Aranda: Magnol Suárez, Ander Iriarte (2), Víctor Megías (6), José Palacios (3), Víctor Enebral (4), Álex Berbel (6), Pablo Herranz (3) –siete inicial- Luis de Vega, Mauro Jaureguiberry (1), Alberto González (1), Guillermo Fischer, Alberto Montiel (2), Víctor Deco (4), Adrián López (2) y Adrián Hernando.

Unión Financiera Base Oviedo: Federico Wermbter, Raúl Blanco (4), Rubén Menéndez, Rubén Rozada (3), Gonzalo Carou, Paulo Vinicius (3), David Ortega –siete inicial- Juan Echevarría, Vladyslav Parovinchak, Nacho Huerta (1), Matheus Pereira (3), Fran Revuelta, Jaime González, Sergio Sarasola (2), Jayro Pérez (1) y Yailán Hechavarría (1).

Árbitros: López Martos y Cubas Martínez. Excluyeron por dos minutos a los locales Mauro Jaureguiberry, Ander Iriarte, Magnol Suárez, Guillermo Fischer y José Palacios y a los visitantes Gonzalo Carou y Matheus Pereira.

Marcador cada cinco minutos: 3-3, 7-4, 9-6, 14-7, 16-8, 17-9 (descanso), 19-11, 23-11, 25-13, 29-14, 31-17 y 34-18.

Pabellón Santiago Manguán: Unos 1.800 espectadores, con presencia de unos 50 seguidores del Unión Financiera Base Oviedo en la grada.

El Unión Financiera Base Oviedo se dejó sus opciones de jugar la fase de ascenso –y, de paso, asegurarse la permanencia– en Aranda de Duero. En un encuentro desastroso, los de Ricardo Margareto cayeron con muchísima claridad y no tuvieron opciones de sumar nada positivo. La infinidad de pérdidas de balón, unidas al escaso acierto en el lanzamiento, pusieron de manifiesto la superioridad del Tubos Villa de Aranda, que se llevó una justa victoria.

El inicio fue un auténtico espejismo para los asturianos. Los goles de Vinicius y Raúl Blanco otorgaron una renta de 0-2, ventaja que no tardó en diluirse. Desde el 3-3, en el minuto 5 de juego, el Unión Financiera desapareció. La primera mitad tuvo solo un color, el amarillo del Tubos Villa de Aranda. En el inicio de la segunda no hubo atisbo de reacción. Mientras que el Villa de Aranda anotaba con facilidad, al Unión Financiera se le encogía la mano en los ataques, lo que unido a las numerosas pérdidas de balón, permitieron a los locales aumentar la renta (23-11, minuto 40). Desde ahí, y hasta el final, la misma historia. Con nada por hacer, Margareto repartió minutos entre los menos habituales. El Unión Financiera Base Oviedo cerrará el próximo sábado la primera fase de la temporada. El equipo carbayón recibe al Viveros Herol Nava en Vallobín en un partido en el que ninguno se jugará nada.