Tercera Federación

Un cambio total: este podría ser el nuevo entrenador del Caudal

El club mierense ve al técnico de L'Entregu Adrián González capacitado para revertir la difícil situación deportiva

Adrián González. | Ángel González

Adrián González. | Ángel González

El Caudal vive inmerso en el momento más bajo de su historia reciente. El curso 2023/24 –el sexto seguido en Tercera Federación después de descender en 2018– terminó con el equipo de Mieres en novena posición, el peor registro desde el duodécimo puesto en la 1981/82, hace más de cuarenta años.

Los blanquinegros, que pese a ambicionar cada temporada el ascenso a Segunda Federación llevan ya dos consecutivas sin pisar ni quiera las eliminatorias de promoción, buscan un viraje de 180 grados cuya viga maestra ha de ser el nuevo técnico. Después de quemar tres entrenadores (Luis Rueda, Dani Borreguero y Alfonso Arias) en el ejercicio saliente, el club aspira a encontrar, por fin, a la persona adecuada en torno a la que construir un proyecto ganador.

El mejor situado para hacerse cargo del nuevo Caudal es Adrián González. Técnico joven –de 41 años–, conocedor de la categoría y que gusta en el Hermanos Antuña por su capacidad para construir bloques compactos, González, según fuentes próximas al club mierense, estaría dispuesto a asumir el reto una vez concluya su trabajo en L’Entregu, con el que se encuentra en plena disputa de la primera eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda Federación contra el Sporting Atlético.

González ha acreditado su valía en el Madalena de Morcín, al que ascendió desde Regional Preferente a Tercera. También a Tercera, en este caso partiendo desde Primera Asturfútbol, llevó al Titánico, lo que le valió para acceder al banquillo de un L’Entregu al que ha vuelto a clasificar para play-off por segundo curso consecutivo.

En caso de concretarse, la llegada de González supondría, más allá de su impacto deportivo, un revulsivo anímico imprescindible para un club al que le urge estimular a una afición que ha ido, poco a poco, dándole la espalda al equipo. Temporada a temporada, el Hermanos Antuña va vaciándose hasta registrar entradas medias de en torno a cien espectadores. Muy lejos quedan los tiempos en los que fue preciso colocar gradas supletorias para aumentar a tres mil personas la capacidad del estadio para el encuentro de ida de la eliminatoria de play-off de ascenso a Segunda División contra el Cartagena.

Desencanto de la afición. "Soy socio, pero, después de muchos años yendo al campo, he dejado de ir a mitad de esta temporada", asegura Elidio Uría, miembro de la peña Tensión, que pone voz al desencanto que se ha apoderado de buena parte de la hinchada blanquinegra. "El Caudal no puede estar en esta situación. El equipo aburre. Son ya muchos años de descontento", denuncia Uría, otrora directivo en la junta del expresidente Roberto Ardura. "Va muy poca gente al Hermanos Antuña, los socios se están desenganchando", concluye.

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