Las empresas de energías renovables ven todavía mucho empleo por crear en Asturias

Rosana Prada (Capital Energy) y Javier Vivanco (Praxia Energy) apremian a la administración regional a "agilizar" los trámites de los proyectos de energías renovables

LA ASTURIAS QUE FUNCIONA: Las renovables se abren paso en Asturias

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Miki López

Yago González

Asturias, una región en la que la industria movida por combustibles fósiles tiene un gran peso económico, está caminando hacia un modelo de energías verdes. Pero para que esa transición sea ágil y competitiva "es muy importante pasar de las palabras a los hechos y que la Administración asturiana sea ágil en la tramitación de las licencias y los proyectos". Esta fue una de las conclusiones ofrecidas ayer en la jornada "La Asturias renovables", penúltima entrega de la IX Edición "La Asturias que funciona", que concluye hoy en el aula magna de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo. El ciclo está organizado por LA NUEVA ESPAÑA y la Universidad de Oviedo, y cuenta con la colaboración de Unicaja y la Sociedad de Promoción Exterior del Principado de Asturias (Asturex) y los ayuntamientos de Oviedo y Siero.

Los ponentes de la conferencia de ayer fueron Rosana Prada, responsable de Nuevos Desarrollos de Negocio de la compañía de renovables Capital Energy (con sede central en Madrid y oficina en Oviedo), y Javier Vivanco, director de Operaciones de Praxia Energy, compañía ovetense dedicada al diseño y fabricación de estructuras para plantas solares fotovoltaicas. El encuentro estuvo moderado por Inés Rubín, profesora del Máster en Sistema de Información y Análisis Contable (SIAC) de la Facultad de Economía.

Rosana Prada hizo un análisis de la evolución que ha tenido el sector verde en la última década, y muy especialmente con el "impulso" de los últimos años gracias a la mayor concienciación sobre la transición ecológica: "Últimamente estamos notando más que nunca la enorme dependencia energética que tenemos del exterior, sobre todo de gas. Es apremiante ir sustituyendo nuestro parque energético por las nuevas energías renovables". La directiva subrayó que, a fecha de diciembre de 2021, España disponía de una potencia instalada renovable de 64.000 megavatios, lo que supuso un aumento del 7% respecto al año anterior. Asimismo, recordó que España es el segundo país europeo que más energía eléctrica produce a partir de fuentes renovables, solo por detrás de Alemania. Y señaló que es el país del mundo "con más atractivo para firmar PPA, es decir, acuerdos a largo plazo de compraventa de energía entre consumidores y productores".

A nivel asturiano, Prada indicó que hay una potencia instalada de 800 megavatios repartidos en 24 parques eólicos. "No obstante, sigue siendo insuficiente, y más que nunca después de los cierres en 2020 de las centrales térmicas de Lada y Soto de la Barca, que supuso la pérdida de 850 megavatios e hizo que Asturias pasara de ser una región excedentaria de energía a importadora", explicó.

Y ahí es donde entra su empresa, Capital Energy, dedicada al desarrollo de proyectos de energía solar y eólica, y con presencia en España y Portugal. "A pesar del parón total que se produjo en España entre 2009 y 2015 con la moratoria a las renovables, nosotros seguimos apostando por ella, y en 2015 retomamos la actividad", indicó. "En este momento somos la empresa de la Península Ibérica con mayor cartera de proyectos eólicos y solares en fase de tramitación", aseguró.

De izquierda a derecha: Rosana Prada, responsable de Nuevos Desarrollos de Negocio de Capital Energy; Inés Rubín, profesora del Máster en Sistemas de Información y Análisis Contable de la Universidad de Oviedo, y Javier Vivanco, director de Operaciones de Praxia Energy, ayer, en el salón de grados de la Facultad de Economía y Empresa, en Oviedo. | Miki López

De izquierda a derecha: Rosana Prada, responsable de Nuevos Desarrollos de Negocio de Capital Energy; Inés Rubín, profesora del Máster en Sistemas de Información y Análisis Contable de la Universidad de Oviedo, y Javier Vivanco, director de Operaciones de Praxia Energy, ayer, en el salón de grados de la Facultad de Economía y Empresa, en Oviedo. | Miki López / Yago González

Capital Energy cuenta con proyectos en cartera con una potencia total de 39 gigavatios de eólica y fotovoltaica, de los cuales 25 están en fase de funcionamiento o construcción, y 14 en una fase "muy avanzada" de tramitación, "por lo que esperamos que a lo largo de 2023, 2024 y 2025 podamos ponerlos en marcha". En el Suroccidente asturiano disponen de 27 proyectos, 19 de ellos ya con permiso de conexión a la red eléctrica, que suponen una potencia conjunta de 863 megavatios.

La compañía tiene 355 empleados en la Península y 16 oficinas (la de Oviedo gestiona todos los proyectos del noroeste de España). "La compañía ha vivido un crecimiento brutal en los últimos años: en 2015 teníamos 15 personas en nómina, en 2019 rozábamos el centenar y ahora somos 355 y seguimos creciendo. De hecho, cada vez necesitamos contratar a más personas", aseguró Prada. Asimismo, detalló que sus actuales proyectos en Asturias generarán una inversión de 520 millones de euros.

Cuatro etapas

Praxia Energy, fundada en 2006 y con un 90% de la plantilla formada por licenciados en la Universidad de Oviedo, también ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, como explicó su director de Operaciones, Javier Vivanco. Se ha tratado de una evolución dividida en cuatro etapas.

En una primera fase, señaló Vivanco, los costes de producción eran "muy elevados" y las estructuras fotovoltaicas eran muy pesadas (en algunos casos llegaron a estar construidas de hormigón). "Las economías de escala no eran suficientes, los precios eran altos y, por lo tanto, las renovables no eran aún muy competitivas", afirmó. Aquellos fueron los años en los que el Gobierno incentivaba las inversiones en el sector.

En la segunda etapa, una vez finalizados los incentivos públicos, Praxia Energy fue creciendo y dio su primer salto internacional entrando en el mercado italiano, cuyo Gobierno estaba utilizando incentivos similares a los que había empleado España. "En aquel momento, los costes seguían siendo altos, pero las estructuras de los productos se aligeraron", señaló el directivo.

La tercera fase vino marcada por el final de las ayudas en Italia, por lo que la compañía apostó por Reino Unido. Por entonces los costes "eran ya de economía de escala", y desde el punto de vista financiero se produjo un notable adelanto con la entrada de inversores institucionales, "lo cual ayudó a profesionalizar mucho el sector", y la figura del "technical advisor", un auditor que analiza la calidad del producto. "Todo esto permitió construir proyectos a mucha mayor velocidad", aseguró Vivanco.

Por último, el empresario describió la cuarta etapa en la que actualmente está el sector: "La energía ya es competitiva a nivel mundial, los costes son totalmente de economía de escala y el producto es altamente competitivo".

Empleo en Asturias

Si bien tanto Prada como Vivanco auguran un futuro prometedor para el sector, admitieron que los empleos que creará la energía renovable no puede compensar, al menos de momento, la pérdida de plantilla que trae consigo la descarbonización de la industria. "No se va crear empleo en igual medida que el modelo anterior, no podríamos ni aunque quisiéramos. Pero se trata de fomentar el mayor número de puestos de trabajo posibles y de encontrar nuevos perfiles profesionales", señaló Prada.

Vivanco insistió en que "lo importante en todos los sectores es ser competitivo", y puso el ejemplo de que "con los actuales costes de energía, una empresa tiene la posibilidad de construir una planta fotovoltaica acorde a su tamaño, y aprovecharla tanto para el autoconsumo como para la venta".