Portugal y España encabezan el crecimiento anual en la eurozona

El mayor dinamismo económico, fundamentado en la demanda interna, sitúa la inflación española por encima del promedio

España se mantuvo en el pasado trimestre en puestos de cabeza en el crecimiento económico europeo, pero este mayor dinamismo la está pasando factura con una consecuente inflación superior al promedio de la eurozona.

En el pasado trimestre, España fue el segundo país con mayor impulso económico en tasa interanual y el tercero en tasa intertrimestral, según los datos difundidos ayer por Eurostat, la oficina estadística europea. De los trece países de la moneda única de los que ya hay datos disponibles, solo Portugal aventaja a España en tasa interanual, mientras que en tasa intertrimestral superan a la economía española en incremento del PIB Estonia y Bélgica.

España creció entre julio y septiembre el 0,3% respecto al trimestre precedente, el triple que el promedio de la Unión Europea (0,1%), mientras que el conjunto del aérea monetaria se contrajo el 0,1%. Los dos países que aventajan a España crecieron el 0,6% en el caso de Letonia y el 0,5% en el de Bélgica. De las cuatro grandes economías de la zona, España destaca por la mayor velocidad de crucero: Alemania decreció una décima, Italia se estancó y Francia creció, pero solo el 0,1%. Otra economía que suele ser dinámica, Irlanda, retrocedió el 1,8%.

Respecto al mismo trimestre del año anterior, España, pese a la desaceleración generalizada, ha crecido el 1,8%, solo una décima menos que Portugal (1,9%). Ambos encabezan el «ranking»: superan al resto de socios y al conjunto de la zona. Tanto la Unión Europea como la Unión Monetaria mejoraron el 0,1% en tasa interanual.

Por el contrario, Alemania, la mayor potencia europea, ha vuelto a tasas negativas, con una caída del PIB del 0,4%; Italia también tiene el pulso plano respecto a doce meses antes (0%) y Francia avanzó el 0,7%, lejos de las tasas que arrojan los dos países ibéricos. Irlanda también sufre en la comparativa anual: se deja el 4,7%, un correctivo severo en su producción.

Todos los pronósticos disponibles (FMI, Comisión Europea, OCDE y diversas entidades privadas) coinciden en situar a España como la economía más vigorosa el año próximo, aunque con una pujanza menor que en 2023 como consecuencia de que le afecta –como al resto de países– la desaceleración general por la subida de tipos, la inflación, el conflicto internacional, el efecto de China y otros factores.

Ayer el Consejo General de Economistas pronosticó para España un crecimiento el año que viene del 1,8%, medio punto menos de lo que espera el Gobierno y cinco décimas también por debajo de su pronóstico para este año (2,3%)

El diferencial de crecimiento español respecto a la media es una de las causas de que la inflación española (que era una de las tres más bajas de la UE en los últimos meses) se haya situado por encima del promedio, y más porque gran parte del impulso español procede de la demanda interna ante el enfriamiento internacional. El IPC español (3,5%) supera en seis décimas el 2,9% de la eurozona.

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