Juan Francisco Delgado de Miguel, quien había sido notario en Gijón durante dos décadas y decano de los notarios de Asturias, falleció ayer de un infarto mientras se encontraba en la catedral de Berlín. El notario y profesor universitario estaba en viaje de trabajo en la localidad alemana, donde participaba en un encuentro de especialistas en deontología profesional. El ex decano de los notarios asturianos, que ya se había enfrentado a problemas cardiacos anteriormente, tenía 55 años. A lo largo de su vida compaginó su labor profesional con su trabajo docente, la publicación de numerosas obras sobre su especialidad y su compromiso como numerario del Opus Dei. Los actuales responsables del colegio notarial de Oviedo le rinden tributo mañana con una misa en la catedral de Oviedo, que tendrá lugar a las cinco de la tarde.

Aunque soriano de nacimiento, Juan Francisco Delgado de Miguel estuvo vinculado a Infiesto y Gijón, donde ejerció como notario. Sus quehaceres en su oficina de la plazuela de San Miguel no le impidieron asumir otras responsabilidades. Así, Delgado de Miguel fue decano de los notarios de Asturias, profesor universitario, asesor del Consejo General del Notariado, colaborador del Ministerio de Justicia y consejero representante de España en la Unión Internacional del Notariado Latino, de cuya comisión de deontología fue presidente. En la actualidad ejercía su profesión en la localidad madrileña de Parla.

Profesor universitario y doctor en Derecho Delgado de Miguel deja tras de sí un amplio legado en cuanto a publicaciones especializadas. A través de la editorial Aranzadi, de Civitas Ediciones y del servicio de publicaciones del propio Consejo General del Notariado publicó quince obras en las que analizó, entre otros temas, las instituciones de derecho privado, el código notarial de la Unión Europea y el derecho agrario, en el que se le consideraba un especialista y en el que da muestras de su conocimiento práctico por sus trabajos previos como notario en zonas rurales. Su denso currículum incluye haber sido cofundador de la Fundación Medio Ambiente y Desarrollo. En esta organización fue el máximo responsable de los cursos de formación, que se desarrollaban tanto en Europa como en América.

Quienes le conocían de su larga etapa de relación con Asturias en los ambientes profesionales del sector notarial recuerdan su pasión por la naturaleza y sobre todo por la montaña. Ser montañero era otra de sus numerosas ocupaciones, así como un gran deportista, por sus excepcionales condiciones físicas. Sus actividades deportivas chocaron en algunos momentos con sus limitaciones físicas, que provocaron su prematura muerte.

Delgado de Miguel, en su calidad de decano de los notarios de Asturias, aprovechaba una entrevista en la redacción gijonesa LA NUEVA ESPAÑA, en febrero de 2001, para alertar contra la judicialización de la política, «tan peligrosa como la politización de la justicia». Además, reivindicaba su profesión y a sus compañeros, porque «el nivel de cualificación del notario español es extraordinario. Los mejores alumnos de la Facultad acaban por preparar notarías. Y eso que el notariado español es el más barato de la Unión Europea».