Cornión se despide con el reconocimiento del sector cultural: "Es un espacio mítico"

La galería de La Merced cierra sus puertas con 500 muestras a sus espaldas y tras 42 años de actividad en los que ha sido "historia" de Gijón

Amador Fernández Carnero e Isabel de la Rosa, en la galería Cornión. | Á. G.

Amador Fernández Carnero e Isabel de la Rosa, en la galería Cornión. | Á. G. / Sergio García

Sergio García

"Significa la pérdida de un espacio mítico", lamenta Miguel Barrero, director de la Fundación Municipal de Cultura, ante el cierre de la galería Cornión, que mañana dirá adiós dejando tras de sí cerca de 500 exposiciones en sus 42 años de trayectoria. El fin de la actividad en el espacio de la calle La Merced, un referente en la ciudad desde sus comienzos como librería, fue adelantado por LA NUEVA ESPAÑA el pasado noviembre y supone un varapalo para la escena local, tal como reconoce Barrero, que pondera la trascendencia cultural e histórica de la galería al asegurar que "no hay artista gijonés que no haya querido exponer allí".

"Venía siendo un lugar donde no solo se exhibían obras, sino que se propiciaban encuentros en torno al arte", sentencia el director de la Fundación de Cultura, que destaca la "exigencia y compromiso" de Cornión a lo largo de los años. Barrero se muestra comprensivo con los nuevos hábitos de consumo en lo que al arte se refiere. "Las generaciones cambian", asevera, si bien remarca que el cierre no se debe a que "haya entrado en decadencia".

Rafael Gutiérrez, de la librería La Buena Letra y presidente de los libreros asturianos, elogia el carácter "pionero" del espacio por combinar las vertientes de librería y galería en sus inicios. "Es imposible explicar la cultura gijonesa desde los ochenta sin Cornión, que siempre fue un paso por delante", comenta Gutiérrez, para quien la galería de Amador Fernández Carnero e Isabel de la Rosa deja un "vacío" con su cierre. "Cornión aprovechó un hueco de mercado y no era un sitio de paso, te dejabas caer y pasabas un rato allí", explica el librero, señalando la "atención y sensación de profesionalidad" que desprendía la galería. Asimismo, reconoce que "falta un relevo en el mundo de la cultura", un hecho que ha influido en la decisión de los galeristas de poner punto y final a esta etapa.

El final de Cornión, que durante el último mes y medio ha acogido la exposición "Dibujos y cerámicas" de Miguel Galano, ha sumido en la nostalgia a la ciudad. Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa, ve en la galería "un referente cultural y artístico" y admite que "es complicado sustituir un espacio de su trascendencia por todo lo que representó".

Además, Roldán ensalza su valor como "parte del tejido histórico de Gijón", al que dotó de innumerables obras de diversos autores. "Ha sido capaz de estar atenta a las diferentes corrientes artísticas", dice el presidente de la Sociedad Cultura Gijonesa sobre Cornión, de la que aplaude cómo, con el paso de los años, se ha mantenido "en permanente desarrollo". Eso sí, Roldán se une al lamento general por el cierre de otro espacio célebre de la ciudad. "Llueve sobre mojado", subraya.

"Educó mucho a la gente para ver arte y descubrir nuevos artistas", indica Arlé Cortés, presidenta de la Sociedad Cultural Gesto, sobre Cornión, de la que destaca que "siempre ha elegido bien las exposiciones". El anuncio de su clausura le pilló por sorpresa. "Es parte de la historia de Gijón, igual que los grandes restaurantes, por ejemplo", opina Arlé Cortés, quien manifiesta que el final del espacio expositivo representa un duro golpe para las galerías tradicionales, a las que "las galerías virtuales están minando".

Tras cesar la actividad de la librería hace cuatro años, mañana el matrimonio formado por Amador Fernández e Isabel de la Rosa echará el cierre a una de las salas más emblemáticas de Gijón en las últimas décadas, que el martes de 3 de enero albergará un encuentro informal con amigos y artistas a modo de despedida. La ausencia de un relevo generacional es el detonante de una decisión dolorosa, no solo para ellos sino para toda la ciudad, que no duda en agradecer los servicios prestados a un espacio que perdurará como un icono artístico gijonés en el imaginario colectivo.

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