El balance de la recuperación de la tauromaquia en la ciudad

Un regreso con buen toreo en El Bibio: cinco puertas grandes, 17 orejas, un rabo y un toro indultado

La vuelta de los toros a Gijón deja a El Juli como triunfador tras una tarde histórica

El Juli, Roca Rey y Tomás Rufo

El Juli, Roca Rey y Tomás Rufo / M. L.

I. Peláez

I. Peláez

Diecisiete orejas y un rabo simbólico es el balance numérico a la feria taurina de Begoña que supuso el regreso de la tauromaquia a Gijón, una cita con mucho contenido artístico durante los cuatro festejos, que registraron buenas entradas y hasta un lleno en los tendidos. La cita clave, por histórica, fue la encerrona de Julián López, "El Juli", para despedirse de El Bibio firmando el primer indulto en los 135 años del coso, el del toro "Caritativo, de Garcigrande. Pero son más los momentos a destacar de toda la feria.

1. El regreso de la feria de Begoña. Ninguno de los toreros que este verano hicieron el paseíllo en El Bibio hubieran podido triunfar si los aficionados no hubiesen logrado su primera victoria: la reapertura de la plaza. El paso hacia adelante del gobierno local de Foro, PP y Vox, liderado por Carmen Moriyón, permitió agilizar los trámites para que de forma exprés el regreso de los toros fuera una realidad. Contaban con el apoyo de la Federación Taurina del Principado y con que el empresario, Carlos Zúñiga hijo, tenía hechos los deberes y a las figuras apalabradas para impulsar el resurgir taurino de Gijón.

2. La cátedra de "El Juli". Se comprometió con Gijón cuando la plaza de toros se cerró al final de la feria de Begoña de 2021, y para la reapertura no dudó en volver a implicarse cuando Carlos Zúñiga se lo planteó. El Juli eligió El Bibio para celebrar con una encerrona sus 25 años de alternativa como máxima figura del toreo, una gesta, anunciada por LA NUEVA ESPAÑA, que adquirió mayor importancia semanas después, cuando el diestro madrileño anunció que se retiraría de los ruedos a final de temporada. En El Bibio se entregó de principio a fin protagonizando toda una cátedra de toreo, cortando ocho orejas y un rabo simbólicos. Gijón se entregó a El Juli. En su salida a hombros se llevó las manos al corazón.

3. "Caritativo", de Garcigrande. Por méritos propios, el toro "Caritativo", de la ganadería salmantina de Garcigrande, herrado con el número 36, nacido en diciembre de 2018, de 526 kilos y negro de capa, ha pasado a la historia de El Bibio y la tauromaquia en Asturias por convertirse en el primer toro indultado. Frío en los primeros tercios de la corrida, fue "Caritativo" un astado que siempre fue más durante toda la faena y que emocionó al público para que la plaza fuese un clamor pidiendo el indulto. Curioso resulta que, de inicio, cuando en los corrales eligieron el sexteto de la encerrona, este ejemplar de Garcigrande se quedara como sobrero. El infortunio con un toro de La Quinta, que se partió un pitón cuando se iba a enchiquerar, permitió que "Caritativo" entrase en el orden de lidia. Ahora, el animal de la divisa de Justo Hernández se recupera en el campo y, si todo va bien, comenzará a padrear en el mes de septiembre.

4. El toreo a la verónica y la entrega de Tomás Rufo. El mejor toreo a la verónica de la feria llevó el sello de Tomás Rufo, que esta feria de Begoña hizo su presentación en Gijón. Cuajó a sus dos toros de José Vázquez con la capa, y supo aprovechar las buenas condiciones de sus oponentes. Al primero, lo administró a la perfección dadas sus escasas fuerzas y solo la espada le privó del triunfo. Y desorejó al sexto después de cuajarlo por el pitón derecho, desde el inicio de rodillas, hasta que el animal se paró.

5. Roca Rey, valor para salvar la tarde. Sin ser una tarde mala, la corrida de Montalvo no dio el juego esperado. Se sobrepuso la terna a las escasas opciones que ofreció el encierro de Juan Ignacio Pérez-Tabernero, pero solo Roca Rey logró salir en hombros con el mejor toro del festejo. Lo hizo después de desorejar al segundo de su lote, que cerraba la tarde, en una labor de entrega y valor que conectó rápidamente con los tendidos, llenos. Su quietud en la cara del otro y su facilidad para meterse entre los pitones levantaron al público de sus asientos, espectadores que acudieron en masa a la plaza.

6. Morante y su concepto. El torero de Puebla del Río dejó en El Bibio una tarde gran compromiso a pesar de las escasas opciones que le brindaron sus dos toros. Especialmente se inventó una obra al cuarto del festejo. Compuesta la figura, derrochando el aroma de lo puro y siempre citando con verdad, Morante no se dejó nada atrás. Dejó muletazos de buen corte, toreando, como siempre, con el cuerpo y haciéndolo todo a favor del toro. Lástima que por las condiciones de los animales de Montalvo, el diestro de la Puebla no pudiese estirarse a la verónica.

7. Sebastián Castella y el temple. El diestro francés logró abrir la Puerta Grande después de cortar una oreja a cada uno de sus toros de José Vázquez, dos animales que con muchas virtudes pecaron de falta de fuerzas. Castella supo administrar las embestidas que escondían los animales de la divisa madrileña. Logró exprimir esas virtudes a base de temple, en faenas de distinto metraje. Más corta fue la primera, y más larga la segunda pues llegó incluso a sonarle un aviso antes de irse a por la espada. Fue la suya una tarde de entrega para tapar la endeble condición de sus oponentes.

8. Alejandro Talavante, en volandas. El torero extremeño no quiso quedarse atrás en la triunfal tarde que cerró la feria de Begoña de este año. pechó con un inválido en primer turno –que debió ser devuelto a los corrales– y con sus desplantes y guiños al tendido logró arrebatarle una oreja. Otra más llegó en el quinto, el toro más desclasado de todo el encierro de José Vázquez con el que volvió a entregarse de la misma forma. Nada importaron las escasas opciones de lucimiento, Talavante volvió a conectar con los tendidos para conseguir esa otra oreja que le permitía el triunfo.

9. La torería de Diego Urdiales. El diestro riojano paseó una oreja el día 15, el primer apéndice que se cortó en la tarde del regreso de los toros a Gijón. Fue a un colaborador toro de Zacarías Moreno gracias al oficio de este diestro que entendió a la perfección a su oponente. Dejó muletazos notables por el pitón derecho y naturales sueltos con la misma belleza y clasicismo. Con el anterior, un toro de preciosas hechuras pero escaso juego, nada pudo hacer para encontrar el camino del triunfo.

10. Las buenas impresiones del novillero Manuel Román. El novillero cordobés dejó una grata impresión en El Bibio por su buen concepto. Se le ve cómodo en la cara del toro, inteligente con los terrenos y templado con el capote y la muleta. Solo el fallo con los aceros impidió el triunfo de Manuel Román, que dejó clara la importancia de organizar una novillada en cada Feria de Begoña. Debería ser un festejo irrenunciable en el pliego que preparará el Ayuntamiento.

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