Limpieza "exprés" del canal del Molín para recuperar el estanque de Isabel la Católica

Las últimas jornadas de fuertes lluvias facilitan el llenado natural de la laguna grande, que podría abrir en unas semanas sin bombeos del Piles

El tiempo está viniendo al rescate de Isabel la Católica, que afronta la recta final de su ambiciosa reforma con la previsión, ahora, de que el llenado de su estanque grande –el último gran detalle pendiente para culminar el proyecto– pueda terminar llenándose sin necesidad de recurrir a agua del Piles, la opción que se estudiaba hasta ahora ante los últimos meses de sequía. Las lluvias torrenciales de estos últimos dos días permitieron, sobre todo durante la jornada de ayer, que la propia red de desagüe del parque vertiese en la laguna bastante litros de agua procedentes de las lluvias, dejando el estanque, todavía algo lejos del nivel de llenado deseado, para con un aspecto ya muy diferente al que lucía hace apenas diez días, a mediados de mes, cuando estaba completamente seco.

En paralelo, y conscientes de que este fin de verano se presenta con más previsión de precipitaciones, se ha acometido una limpieza "exprés" del canal del Molín en su tramo más urbano, ya cerca del parque, para que si las lluvias continúan y el cauce acaba nutriendo el estanque pueda hacerlo sin verter la basura que se había acumulado en su fondo durante estos meses. Esta labor ya ha terminado, así que a los técnicos solo les queda esperar. El objetivo, ya sea con agua de lluvia o con soluciones alternativas, es que el estanque esté listo en semanas y que la larga reforma del parque pueda darse por fin por terminada.

Una de las piezas clave de la reforma del parque –iniciada en mayo de 2021– fue el dragado de las dos lagunas para poder extraer los lodos que se acumulaban en su fondo, que se habían vuelto en un foco de contaminación preocupante para el recinto por primera vez en 40 años. El estanque del Este, el más pequeño, alberga unos 2.502 metros cúbicos de agua y se llenó ya en primavera. El del Oeste, con casi 11.000, lucía hace poco más de una semana completamente seco, con un canal del Molín deteriorado por la sequía y en plena ola de calor nacional. Fue entonces cuando desde el gobierno se pusieron sobre la mesa varias alternativas para poder garantizar la reapertura del parque con normalidad tras el verano, tal y como avanzó LA NUEVA ESPAÑA.

La laguna, completamente seca, a mediados de mes. | Marcos León

La laguna, completamente seca, a mediados de mes. | Marcos León / S. F. Lombardía

Se pusieron los ojos sobre el Piles, ya fuese en su cauce medio, lo que permitiría extraer agua dulce, o en el bajo, lo que implicaría bombear agua salada. Esta última opción se veía con dudas por el encaje medioambiental de usar agua marina, pero había un informe técnico que lo avalaba. Las otras dos opciones, menos valoradas, fueron recurrir a bocas de riego de la EMA o bombear agua del túnel del metrotrén, una alternativa que Adif recomendó ignorar. Todas las variables, no obstante, quedaban supeditadas a la opción prioritaria: esperar lo máximo posible, hasta finales de agosto o inicios de septiembre, para tomar una decisión. Y la hoja de ruta, por ahora, parece que puede haber sido acertada.

En esta última semana ya había comenzado a entrar algo de agua al estanque grande, pero hasta ahora de manera casi anecdótica. Ayer, sin embargo, la red de desagüe del parque de recogida de aguas pluviales funcionaba a pleno rendimiento, y a primera hora de la tarde el llenado de la laguna avanzaba a muy buen ritmo. Toma fuerza, por tanto, la posibilidad de no tener que recurrir a soluciones alternativas y que, en caso de hacerlo, la necesidad de aportar agua vaya a ser de mucho menor calado. Con toda una semana ahora por delante con mal pronóstico de tiempo, el llenado del estanque seguirá avanzando a un ritmo lento, pero continuado.

Como el llenado natural de la laguna permitiría reabrir con normalidad el parque de manera más sencilla, además, en los últimos días se ha lanzado una campaña "exprés" en el canal del Molín a manos de Emulsa para limpiar su trazado más urbano, en la zona de El Bibio y Viesques. La decisión surgió tras comprobar que, a raíz de la sequía y a actos incívicos, el canal lucía en algunos tramos lleno de basura, lo que implicaría que, una vez el cauce ganase altura y se reconectase con el estanque, arrastraría esos residuos hasta las lagunas recién limpiadas. Esta tarea ya ha concluido y la previsión de los técnicos –la operación la capitanean la EMA y el servicio de Parques y Jardines– es que el canal se recupere en las próximas semanas y pueda empezar a aportar agua al parque, lo que permitiría acabar de llenar los dos recintos sin ayudas externas.

Ya sea de manera natural o con soluciones alternativas, la que es la primera gran reforma del parque en 40 años encara oficialmente su recta final. Un plan que se nutrió de pequeñas obras de mejora, como la limpieza de los edificios y la sustitución del vallado de madera, que estaba comenzando a ceder, y que se dotó con casi un millón de euros. En paralelo, y con la colaboración del área de Cultura y de la Universidad de Oviedo, se ha diseñado un programa de restauración para toda la colección escultórica del recinto.

Suscríbete para seguir leyendo