La cancelación de cruceros a Rusia dispara el incremento de escalas en El Musel

El Puerto, que despide mañana temporada, recibe al "Aida Aura", con 3.278 turistas

Cierra el año con 27.455 pasajeros, cifra que duplicará en 2024

Un grupo de turistas, ayer por la mañana, haciéndose fotografías ante la estatua de Pelayo, en la plaza del Marqués.

Un grupo de turistas, ayer por la mañana, haciéndose fotografías ante la estatua de Pelayo, en la plaza del Marqués. / Marcos León

M. C.

La invasión rusa de Ucrania es uno de los dos factores que están detrás del incremento en el turismo de cruceros en Gijón, que cerrará mañana la temporada tras 25 escalas de estos barcos vacacionales en El Musel con un total de 27.455 pasajeros. En 2024, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA, la cifra se va a duplicar, alcanzando los 54.704 cuatro pasajeros con 36 escalas, según las últimas previsiones de la Autoridad Portuaria de Gijón.

El conflicto bélico ha llevado a las navieras a cancelar rutas habituales hasta ahora que tocaban puertos rusos como el de San Petersburgo, en el Báltico. Han optado por redirigir esos barcos hacia el norte, ofreciendo más rutas por los fiordos noruegos, o hacia el sur, con cruceros que llegan al Golfo de Vizcaya y Portugal, como es el caso del que está realizando el «Aida Prima», crucero de 300 metros de eslora con 12 cubiertas que ayer hizo escala en El Musel con 3.278 pasajeros, casi un pleno para un buque cuya capacidad máxima es de 3.300 viajeros. Esta embarcación, consignada en El Musel por Pérez y Cía, inició el crucero en el puerto de Hamburgo y la mayor parte de los pasajeros son de nacionalidad alemana.

Una buena parte de los pasajeros optaron ayer por echar pie a tierra, entre ellos 500 que contrataron excursiones guiadas por el casco antiguo de Gijón, por Oviedo o por Avilés y Luanco. Otra parte del pasaje optó por visitar Gijón por su cuenta, como los que se pudieron ver a lo largo de la mañana recorriendo el centro de la ciudad. No todos abandonaron el barco. Algunos pasajeros prefirieron permanecer a bordo durante la escala, algo habitual por otra parte, en los cruceros con mayor número de turistas. El «Aida Prima», uno de los mayores barcos que ha recalado en El Musel, atracó en los muelles de La Osa.

El impacto de la agresión rusa a Ucrania es uno de los factores determinantes en el incremento en las escalas de cruceros en El Musel, pero no el único. Después de años trabajando para captar a las navieras para que incluyera El Musel entre sus rutas, Gijón y Asturias han ganado atractivo entre los pasajeros, al ser un destino cada vez más conocido en Europa. A eso se suma las buenas condiciones que el puerto gijonés tiene para los cruceros, entre otras cuestiones por su capacidad para acoger a las mayores embarcaciones de este tipo, como es la que ayer recaló por unas horas en los muelles de La Osa. En Gijón ya han hecho alguna escala barcos de 21 compañías de cruceros, algunas de las cuales ofrecen varios trayectos a lo largo de cada temporada que incluyen el puerto gijonés como una de sus paradas.

Si ayer se pudo ver por Gijón a turistas alemanes llegados a El Musel a bordo del «Aida Aura», mañana será el turno para los 1.338 pasajeros en su mayoría británicos que llegarán a bordo del «Bolette», el último crucero por la temporada procedente de Southampton y que además de Gijón visitará Bilbao y puertos franceses antes de retornar a Gran Bretaña.

En 2024 la temporada comenzará el cuatro de abril y concluirá el 17 de diciembre, cerrada también por el «Bolette», con 36 escalas de cruceros de 18 navieras distintas, según las últimas previsiones actualizadas de la Autoridad Portuaria, después de que se hayan caído de la programación tres de las 39 escalas que se habían llegado a barajar.

Para parte de los 54.704 pasajeros que está previsto que lleguen al puerto gijonés, fundamentalmente británicos, alemanes y estadounidenses, puede suponer su primera toma de contacto con Asturias. Intentar enganchar a parte de ellos para que repitan, con visitas más largas a la región, es uno de los retos para aprovechar este tipo de turismo.

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