Los brotes de gripe y covid en Gijón tras las fiestas dejan más de 400 ingresados en Cabueñes

El hospital, después de meses de tranquilidad, aísla habitaciones para evitar contagios internos

Entrada principal del Hospital de Cabueñes.

Entrada principal del Hospital de Cabueñes. / Juan Plaza

Tras varias semanas de consultas al alza que saturaron la red de Atención Primaria, la nueva epidemia de gripe y otros virus respiratorios empieza a notarse en el Hospital de Cabueñes. El empeoramiento de pacientes más graves, la mayoría de edad avanzada o con patologías de base que les hacen ser más vulnerables a este tipo de enfermedades, lleva al hospital público a contar estos días con una media de 440 pacientes, una cifra muy alta para lo que es habitual en el complejo, que llevaba varios meses de cierta tranquilidad, con alrededor de 350 ingresados de media. Tras las fiestas, además, y en estos días previos a Nochevieja, la atención de enfermos en Urgencias se ha visto también disparada.

Desde el hospital explican que el repunte era "esperable", por un lado, porque el centro tiene siempre un indicador fiable de la presencia de virus respiratorios en circulación: la red de centros de salud. Y desde hace semanas en Atención Primaria está habiendo problemas para atender a todos los pacientes que piden cita. Vuelve a ser habitual, como pasó en pandemia, que las líneas telefónicas se colapsen, en parte porque el sistema está anticuado y da línea cuando debería estar comunicando y en parte porque es frecuente que un paciente, al no lograr establecer contacto, llame varias veces seguidas. Varios profesionales han explicado, también, que algunas bajas de administrativos no se cubrieron a tiempo.

En cuanto al hospital, el repunte en ingresos se ha empezado a notar especialmente en la última semana y, por ahora, la campaña de virus respiratorios parece presentarse variada. Vuelve a haber contagios por coronavirus que exigen ingreso, en general en personas de más de 80 años. Según explicó ayer el personal, se está tratando de que los enfermos más delicados puedan quedar ingresados en una habitación individual, sin compartir cama con otros usuarios, para tratar de reducir el riesgo de posibles contagios dentro del recinto hospitalario.

En cuanto a la gripe, la variante que más se está viendo tanto en consultas como en el hospital es la de la gripe A, que parece presentarse con virulencia, sobre todo, en pacientes con patologías de base y que no se vacunaron contra el virus en la última campaña. El hospital amaneció ayer con 440 pacientes, una cifra que se mantiene estable, aproximadamente, desde Nochebuena. Anteayer, el complejo amaneció con 446 ingresados, por lo que el personal entiende que al menos estos días no habrá un nuevo repunte demasiado notorio hasta fin de año.

La organización interna de Cabueñes ha cambiado sustancialmente a raíz de la pandemia. La supresión de las polémicas camas supletorias en junio de 2020 –tras años de quejas entre el personal– permitió un sistema de ingresos más seguros para esta época virus respiratorios. Antes, una habitación doble podía albergar a un tercer paciente, sin armario ni mesita, en un espacio pensado para solo dos. Con el estallido del coronavirus, aquel sistema se vio ya inviable, y la pérdida de camas se suplió con la readecuación de una zona de despachos que se reconvirtió en una nueva planta de hospitalización. Los cambios en el servicio de Pediatría, que ha reacondicionado su vieja área de lactantes como zona de ingresos para que su planta habitual pueda albergar a adultos, también ha dejado cierto margen de maniobra en cuanto a espacio. Esta última mejora, que exigió una obra menor para adaptar baños y habitaciones, se dio por concluida en octubre. Ayer, esta nueva zona pediátrica amaneció con nueve niños ingresados, una cifra relativamente alta para el complejo.

Cualquier repunte de ingresos, sin embargo, sigue dando problemas a un hospital que se quedó pequeño hace tiempo y que no se verá liberado de este hándicap hasta que no culmine su ansiada obra de ampliación, que por ahora sigue en plazo. La evolución de la ocupación en el complejo se tratará de compaginar con la actividad quirúrgica, que sigue inmersa en su particular plan de choque para aliviar unas listas de espera que siguen sin recuperarse desde la pandemia.

El personal sanitario, viendo que el servicio regional de epidemiología calcula que quedan aún tres o cuatro semanas de epidemia por virus respiratorios, pide que pacientes y acompañantes acudan al hospital y a su centro de salud con mascarilla, y que aquellos que no precisen ir acompañados al complejo acudan solos. Los casos más delicados afectan a menores de 5 y mayores de 65 años.

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