Crítica / Música

"Camela" se merece un premio

Mar Norlander

Mar Norlander

Hoy por hoy, "Camela" es quizás el único grupo musical español capaz de reunir en un mismo concierto a niños, jóvenes, medianos, ancianos, chonis, pijos, elitistas, intelectuales, aristócratas, clases medias, trabajadores, blancos, negros, gitanos, latinos... todos y todas con caras felices y unas ganas locas de cantar a grito pelado aquello de "Sueño contigo, qué me has dado, sin tu cariño no me habría enamorado". Ni en sus más fantasiosos sueños se podía imaginar ese dúo de cuñados, con ese sonido peculiar techno-rumba de melodías pop aflamencadas, que pudieran llegar a convertirse en todo un fenómeno social que arrasa y crece aún más casi tres décadas después.

El escenario del Metrópoli se convirtió en el lugar de encuentro de toda esa multiculturalidad social para cantarle al amor, al desamor, a la tristeza, a la alegría y a las ganas de pasárselo bien. El concierto se convirtió en una auténtica fiesta donde los malos rollos se dejaban fuera del recinto, salvo si intentabas cruzar entre la multitud para acercarte un poco más al escenario. El sitio que cada uno logró alcanzar después de mucho tiempo de espera era sagrado y se defendía con uñas y dientes. Fui testigo.

Y uno tras otro sonaron los éxitos de "Camela" y todos al unísono cantamos a nuestros colegas frases como "Escúchame, compréndelo, es imposible nuestro amor" y acabamos exclamando "Cuando zarpa el amor", coreografía de brazo incluida.

Y con todo ese éxito y esa pasión que levanta el dúo madrileño, continúan sin ser reconocidos y siguen sin ser premiados como se merecen. Por ir a lo fácil, abran Wikipedia y verán sus logros: Premio Odeón (2020) y un premio en Puerto Rico (2007). Y se acabó. Sinceramente, a mí me parece una vergüenza que no se les haya concedido un premio de más categoría. Espero que lleguen pronto muchos premios. Porque el sonido "Camela" es único.

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