"The Black Angels", la tradición indie sigue

Sobre un concierto para recordar

Javier Antuña

Javier Antuña

¿Se acuerdan?. "Herbalaiser", "Le Diablo Maricahi", "La Bien Querida", "Spiritualized", "Varry Brava", "Ladytron", "Adam Green", "El Columpio Asesino", "We Have Band", "Tigre y Diamante", "Gogol Bordello", "Ginebras", "Jim Jones Revue", "León Benavente", "María Rodés", "Caléxico", "Petit Pop", "Brazilian Girls", "Skinny Lister", "Nick Lowe"... y un largo, muy largo añadiría, número más de bandas e intérpretes se podrían adjuntar a esta lista.

Todos ellos actuaron en el festival "indie" público y gratuito más longevo de Asturies y de Xixón. Sí, el de la plaza Mayor. Sí, el mismo que precisamente por su naturaleza de gratuito, y por su privilegiada ubicación, y también por su "adecuado" horario, es capaz de aglutinar a una "ecléctica" audiencia. Donde fans recalcitrantes de la correspondiente formación musical programada convergen con curiosos de la más diversa índole. Donde sillas de bebé, y de menos bebé, coinciden con despistados e intrigados –también a veces algún "faltosu"– que finalmente resultan bañados por los sonidos menos convencionales del menú de ritmos y melodías populares de mediados del siglo XX y parte de este XXI.

Y así ocurrió –menos lo de los "faltosos"– por el que fue el broche –¡y que broche!– final de este prolongado festival "indie" gijonés. "The Black Angels" ofrecieron un soberbio concierto en el que dieron buena cuenta de su más intenso repertorio donde cada cual podía escoger la paleta sónica que más le llenase. Abanderados de una denominada "nueva psicodelia" son capaces de armar un repertorio que pese a beber de esas fuentes sonoras experimentales de los 60 lo conjuntan con propuestas más reconocibles en las guitarras distorsionadas "indies" de finales de los 80 y ya de pleno en la de los 90 del pasado siglo. Cada cual que busque las referencias que considere oportuna. Eso es lo admirable –por más que a algún purista y presunto estudioso le fastidie– que tiene la música popular.

Esto no puede acabar aquí. Ningún resultado electoral puede finiquitar este bagaje de conciertos, este maravilloso festival "indie". Por cierto, si a alguien le molesta este término que lo sustituya por el de música alternativa, electrónica, punk, garaje, noise... cuando lo crea necesario o conveniente. Y si hay que declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial a los conciertos "indies" de la plaza Mayor del verano en Xixón, por aquello de buscar mecanismos de conservación, habrá que apoyarlo sin dudar ni un momento. ¡Lo qué sea! Lo que sería impensable es que esto desapareciese. La historia emocional, y la futura educación musical, de miles de asturianos y de allende de nuestras fronteras, nunca ni lo olvidaríamos ni se lo perdonarían.

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