Francisco Franco ante la Santina

La imagen de la Santa Cueva

Fidel García

Fidel García

La imagen sagrada que se venera en la Santa Cueva de la Señora no es la que según tradición veneraba el ermitaño que encontró el máximo caudillo asturiano, Don Pelayo, durante sus hazañas reconquistadoras. Es algo que les gusta cuestionar los visionarios marxistas de la historia. En 1777 un incendio voraz sólo dejó humo negro, en los sepulcros de los grandes reyes asturianos: Pelayo y Alfonso I con sus respectivas esposas. El intento de Ventura Rodríguez de levantar un gran complejo arquitectónico para mayor honra de la monarquía borbónica, fracasó. En parte por motivos políticos-religiosos.

La imagen actual que se venera y se respeta en la Santa Cueva, pese a exabruptos de algún Nobel y que contemplan cientos de miles de las personas, data de 1918, año de la coronación canónica en el que se conmemoró el centenario de la gesta de Covadonga. Esta imagen durante la Guerra Civil, con su persecución religiosa, fue salvada con celo y cariño por un asturiano republicano empleado en la Embajada de España en París. Después de la fratricida contienda, la sagrada imagen recorrió en peregrinación Asturias, desde Pajares hasta Auseva. El ejército español la nombró su Capitana y le impuso la Banda general con bastón y mando. ¿La Princesa de Asturias, Leonor, recogerá el testigo cuando acabe su formación en las academias militares?

El 8 de septiembre toda Asturias se da cita en la Sagrada Cueva. Los concejos asturianos, por turno pactado, ofrecen a la Santina lo mejor de su folklore y frutos, de sus gentes y de sus tierras. Nuestra Señora sale de la Santa Cueva y recorre en solemne procesión la explanada de la Basílica. Cientos de miles de personas llegadas de todas las partes del mundo –especialmente de las naciones que como España creen en Jesucristo y rezan en español, como cantó el poeta de la Hispanidad, Rubén Darío–l legan hasta allí. También han llegado reyes, príncipes, princesas, cardenales, papas... fue San Juan Pablo II, quien con su peregrinación hizo de Covadonga un referente del turismo mundial. Y Antonio María Claret, patrón del Corazón de María de Gijón. Y Pedro Poveda, canónigo de Covadonga, quien a los pies de la Santina fundó la Institución Teresiana. Francisco Franco visitó varias veces la Santa Cueva y participó en las ceremonias litúrgicas de la penitencia y de la comunión.

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