Jovellanos y la Inmaculada Concepción

Fidel García

Fidel García

La festividad de la Concepción Inmaculada, madre virginal de Jesucristo, tiene una larga historia en España. El pueblo sencillo español hizo pronto alarde de defender este privilegio. Así, la Universidad de Valencia desde 1530 obligaba a su claustro de profesores bajo juramento a defender este gran privilegio de nuestra señora. Más tarde, lo hizo la Universidad de Granada y el resto de las universidades españolas. Las universidades europeas de parís Oxford y Cambridge lo hicieron siglos antes.

En España, fue el rey Carlos III, tan admirado por Jovellanos en su extraordinario discurso retórico "Elogio" quien propuso a las Cortes españolas que la Concepción Inmaculada fuese declarada patrona de España. Los grandes pintores derrocharon arte e ingenio para representar tan gran privilegio, destacando, sobre todo, Murillo, cuyas "inmaculadas" han sido imitadas durante siglos. No solo los pintores sino grandes escritores, como la sor María Jesús de Ágreda fue quien más y mejor escribió sobre la Inmaculada en su célebre obra "La mística ciudad de Dios", una biografía a lo divino de la virgen Inmaculada que desató la sospecha de la inquisición lo que motivó su inclusión en índice de libros prohibidos. En España, en muchas iglesias y catedrales, varones de toda edad y condición se unen para alabar a nuestra señora en su concepción –el ejército España (fiel infantería) tiene a la Inmaculada como su celestial patrona y protectora en sus difíciles misiones desde los tercios de Flandes que portaban su imagen venerable–. Con fiesta laboral o sin ella no se puede renunciar a una celebración que ha configurado los valores católicos de la historia de España, en torno a la festividad de la Inmaculada Concepción, como se prueba con el saludo que durante siglos el pueblo sencillo ha hecho suyo y que resume muy bien la esencia de esta festividad: ave María purísima, sin pecado concebida. En estos tiempos confusos con graves peligros contra la Constitución la democracia y la unidad de España, no faltan los ridículos graciosos de turno que ironizan sobre la manchada Constitución española.

El dogma de la Inmaculada tardó siglos en ser definido, fue el papa Pío IX quien definió en 1854. El dogma: Nuestra Señora, en previsión de los méritos de su hijo, desde el mismo momento de su concepción fue preservada del pecado original. por un privilegio excepcional y totalmente personal. este dogma fue confirmado en Lourdes por nuestra señora a Santa Bernardita a quien se apareció en 1858 diciéndole "yo soy la Inmaculada Concepción".

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