Opinión

Jesús del Campo

Youtube dixit

De Corcuera a Ábalos: eso sí que es transición

Circula por youtube un video en el que Rajoy, ya en sus últimos momentos como presidente, encara a un Ábalos que acaba de anunciar mucha firmeza contra la corrupción. Rajoy habla con un empaque que los tiempos han vuelto decimonónico; Ábalos, con la solemnidad postiza de quien, teniendo pocas lecturas, quiere complacer al jefe. Se nota en el ambiente de ese día la fiereza tribal de quienes luchan por el poder; a Sánchez se le ve en el gesto que ha llegado su momento y que sabrá hacer de la chulería virtud. ¿Cuánta virtud? La que haga falta. Si algo ha quedado claro en España en estos últimos tiempos es que no todos los medios tienen la misma fuerza. Si lo que pasó hace poco en Barbate le pilla a Feijoo de presidente, y de esmoquin en la gala de los Goya, es fácil imaginar quién habría dicho qué, y con qué resultados. Feijoo estaría, con toda probabilidad, liderando la oposición después de un cañoneo inapelable. Como youtube es lo que nos queda, también anda por ahí otro vídeo en el que un perplejo José Luis Corcuera cita a Pink Floyd (puntito, si duda: en el sanchismo son más básicos) para denunciar, sin nombrarla, que Carmen Calvo haya pasado de explicar lo imposible de la amnistía (Calvo no ahorra condescendencia para instruirnos en la importancia del poder judicial; profesora de derecho constitucional, subraya Corcuera con enfado conmovedor) a darla por buena. Lo de Corcuera es importante porque esa incredulidad de los unhappy few deja en evidencia la nota media moral del sanchismo que ahora Ábalos ha puesto más al descubierto. ¿Será sostenible esa historieta de que oponerse a esta banda de ágrafos es facherío? Corcuera opina que no.

Lo de Calvo tiene miga. Venir del zapaterismo no es buena credencial (los dardos de Felipe González al grupo de Puebla quieren decir lo que quieren decir) Pero es que ese tono de pedagogía plástica con el que Calvo nos habló de la amnistía inadmisible (tan parecido al que empleó para afirmar que los socialistas tenían líneas rojas muy claras) da a entender que nos tienen por tontos. Sin saber eso no se entiende nada. Redondo Terreros, otro repugnante, dice que si el PSOE no hace la política que ahora no hace la hará otro. Sólo ese susto podría espabilar a los socialistas y animarlos a levantar la voz contra el alto mando. Y dejar de tenernos por tontos, naturalmente. ¿Se sobrevivirá el PSOE a sí mismo? Sin duda. Pero quizá se resquebraje un poco esa gilipollez de que los buenos pueden ser malos y los malos no. En fin, es que entonces no harían falta elecciones; nos bastaría con el aplauso ansioso del comité federal. De Corcuera a Ábalos: eso sí que es transición.

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