Emotiva despedida a José Manuel Fernández, fallecido en un accidente de tractor en Cangas del Narcea: "Siempre estaba contento y alegre"

Decenas de personas abarrotan el templo parroquial de Cibuyo para arropar a la familia, muy querida en la zona

Los familiares de José Manuel Fernández García portan su féretro hacia el interior del templo parroquial.

Los familiares de José Manuel Fernández García portan su féretro hacia el interior del templo parroquial. / S. A.

S. Arias

Lo muy querido que era José Manuel Fernández García, más conocido como “El Canario”, quedó patente este miércoles en la iglesia parroquial de Cibuyo (Cangas de Narcea). Decenas de vecinos y amigos del hombre de 74 años fallecido el pasado lunes, tras sufrir un accidente con su tractor en la localidad de Saburcio, llenaron el templo y sus inmediaciones desde casi una hora antes del inicio del funeral.

Especialmente afectado estaba uno de sus amigos más íntimos, José Ramón Collar, que apenas podía articular palabra entre lágrimas a la salida del funeral. Se veía incapaz de acercarse al cementerio ante la inmensa pena que sentía. "Nunca lloro, pero se va mi amigo y, como dice la canción, algo se muere en el alma", afirmó. Se conocían desde que los dieciséis años, "cuando éramos unos guajes”, en el momento en que entraron a trabajar en la mina de Monasterio de Hermo, en Coto Minero del Narcea. Allí, Fernández fue picador y Collar, vigilante. "Nunca tuvo una mala palabra para nadie, era muy buena persona", señaló el amigo del fallecido. Fueron 33 años de tajo codo con codo. Además, durante el tiempo en que Collar estuvo en la emigración no perdieron el contacto.

"Estoy muy sentido”, dijo con la voz ahogada de pena Collar, para quien este miércoles fue uno de los días más complicados que recuerda. "Fue una vida juntos y lo voy a echar mucho de menos, no puedo creer que se haya ido así, de repente", añadió muy afectado.

El accidente que acabó con la vida de Fernández se produjo cuando conducía su tractor por el camino que bordea la vivienda familiar de Saburcio, conocida como Casa El Carabinero. Se disponía a aparcar, tras haber estado abonando unas tierras en la vega del río, cuando, durante la maniobra, el vehículo agrario acabó impactando contra un coche estacionado en la propiedad familiar, en un nivel inferior al camino. Como consecuencia, el tractor volcó, provocando la muerte del hombre, que quedó atrapado.

El suceso causó hondo impacto en los vecinos de Saburcio, una localidad muy unida y donde Fernández era muy querido y valorado por todos. "Siempre estaba contento y alegre, era una persona buenísima. muy trabajador y estamos todos muy tristes porque es una desgracia muy grande", dijo una vecina del pueblo, que prefiere mantener el anonimato. Ese era el sentir general de todos sus allegados, que le califican como "un buen hombre".

Vecinos y amigos arroparon a su familia en estos momentos de pérdida y dolor con abrazos y palabras de cariño que agradecieron enormemente. Fernández deja viuda, Luisa Menéndez Valle, y dos hijos, José Manuel y Mario, así como cuatro nietas, Natalia, Noelia, Carmen y María. También cinco hermanos, quienes le querían como a un padre. Toda la familia es muy querida en la parroquia y para ellos fueron todas las muestras de afecto.

Así lo destacó José Ochoa, de Caldevilla, quien acudió al funeral para arropar a los familiares y darles cariño. Fernández le deja grandes y gratos recuerdos. "Era muy gracioso, la gente lo pasaba muy bien con él, y muy social, porque le gustaba estar rodeado de sus amigos", explicó. 

La parroquia de Cibuyo despidió de manera multitudinaria y con mucho pesar a José Manuel Fernández, quien será recordado para siempre por su bondad y simpatía.