Exmineros recolocados en las restauraciones del Suroccidente denuncian precariedad laboral

“Lo único que nos han ofrecido después de quitarnos el trabajo es un contrato precario y por unos años”, lamentan los trabajadores descontentos

Maquinaria trabajando en la restauración de la antigua mina de Tormaleo el año pasado.

Maquinaria trabajando en la restauración de la antigua mina de Tormaleo el año pasado. / D. Álvarez

“A los tres meses de empezar a trabajar en la restauración ya comencé a buscar otro trabajo, ni por asomo las condiciones fueron las que nos transmitieron en la entrevista”, explica un exminero que trabajó durante unos meses en las obras de restauración de las minas del Suroccidente, a cargo de la empresa Tragsa; y que prefiere mantener su anonimato. Una opinión que comparten un grupo de compañeros que aún continúan en trabajando y que ven como la recolocación para los excedentes mineros prometida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico “no se está cumpliendo”.

La misma voz recuerda que ante el proceso de cierre de la minería en 2018 se comenzó a hablar de la transición justa y de la búsqueda de alternativas para las zonas afectadas. Sin embargo, después de cinco años nada se ha avanzado en ese aspecto. “Lo único que nos han ofrecido después de quitarnos el trabajo es un empleo en las restauraciones, pero eso no es una recolocación, es un parche por unos años y además con un contrato precario de 1.100 euros, que para los que están a punto de jubilarse lo único que hace es bajarles la pensión y a los jóvenes de poco les sirve”, comenta.

Y es que algunos de los exmineros que trabajan en las restauraciones de las antiguas minas de cielo abierto de Tormaleo (Ibias), que se inició en abril de 2022; y de Cerredo (Degaña), que comenzó en septiembre de 2022; aseguran que están poniendo dinero para poder ir a trabajar.

Una de las quejas que tiene el grupo de descontentos es la de no contar con transporte desde el lugar de residencia, ni el pago del kilometraje. “Los eventuales no tenemos derecho a ello, desde Cerredo hay transporte, pero ni siquiera se está cubriendo para el cien por cien de la plantilla y es cuestión de que se pudiera organizar mejor para que todos tuviéramos derecho”, exponen. Pero no es en lo único en lo que aseguran que al final tienen que poner dinero para ir a trabajar, en este punto también añaden la falta de ropa adecuada, sobre todo para invierno.  

Algo que aseguran que consiguieron después de elevar la queja incluso al Instituto de Transición Justa fue que se les reconociera el derecho a cobrar algunos pluses como el de altura o peligrosidad, que lo están percibiendo desde mayo de 2023.

En cuanto al propio trabajo en las restauraciones, lamentan que en el caso concreto de Cerredo, por ejemplo, no disponen ni de agua para poder asearse tras la jornada de trabajo o un lugar donde dejar la ropa.

Las jornadas laborales y la realización de horas extra también es un tema conflictivo. Un extrabajador de la restauración explica como el año pasado les obligaban a parar de trabajar durante semanas de invierno “alegando clima adverso” y luego en verano debían recuperar las horas en largas jornadas.

En la actualidad, los trabajadores buscaron sin éxito que se pudiese implantar una jornada continua para facilitar la conciliación con la vida familiar, ya que, para muchos con las horas de trabajo, el descanso y los traslados a su vivienda suman más de 12 horas fuera de casa.

Para los denunciantes, lo peor de todo es que comparan su situación con la de los compañeros que están trabajando en restauraciones en León y “aunque la tabla salarial es idéntica, ellos están más a gusto”.

Por parte de Tragsa, aseguran que “las condiciones laborales contractuales han sido respetadas en todo momento” y añaden que las modificaciones que se han dado en los últimos meses a causa de la actividad “en ningún caso han supuesto un perjuicio para los trabajadores, sino todo lo contrario, siendo las condiciones beneficiosas para ellos”.

La alcaldesa de Ibias, Gemma Álvarez, explica que en el Ayuntamiento no tienen constancia de ninguna queja de los trabajadores de la restauración por las condiciones laborales y señala que en Tormaleo hay vecinos del municipio empleados y que a ella no le han hecho llegar ningún tipo de malestar.