En la fachosfera

El cartel de la Semana Santa sevillana

CARMEN MARTÍNEZ-FORTÚN

Desde el respeto reverencial hacia Cristo y absoluto hacia la Semana Santa de Sevilla, el pintor –que tampoco es Rafael Sanzio– y su modelo, que no cree que sea el Cristo del Cachorro ni el hijo de Salustiano, sino Salustiano mismo con menos años, menos ropa y más pelo en la cabeza, a una el cartel le espanta y le produce risa floja en lugar de devoción. Y aunque eso muy adecuado no puede ser, sin descalificaciones ni glorificaciones, que solo es un cartel y no pasa nada por opinar siempre que no se insulte, que es como se pierde la razón aunque en este caso razón no tiene nadie, también ve lícito tomárselo un poco a chunga y se lo toma, porque le asiste el convencimiento seguro de que Jesús mismo se mondaría si se viera representado de esa guisa.

Escrito esto, y obviadas las barbaridades vertidas en redes, porque las redes son un volcán embrutecido donde su lava arrasa con todo, hay que tomarse la polémica como un alivio cómico en medio de tanta tragedia, aunque sorprenda el contraste entre la polvareda levantada y el escaso eco en la prensa de hechos mucho más importantes como los ataques salvajes e impunes de los camioneros franceses a nuestros compatriotas y productos, su escasísima repercusión en las noticias y la pasividad e ineficacia del gobierno, entregado en estos momentos a cantar urbi et orbi la suma santidad de la amnistía.

Una no es homófoba y ve inapropiado el cartel. Condena la amnistía, apoya las pretensiones justísimas de Israel de que los rehenes, salvajemente arrebatados, sean devueltos sanos y salvos, sufre por la masacrada e inocente población de Gaza, tanto musulmana como cristiana y de la religión que sea, condenada sin remedio y sin verdadera voluntad internacional de conseguir justicia para ella, le asquean Putin, Netanyahu, Maduro y Trump y le encantaría ver a Puigdemont en la cárcel y a todos sus acólitos. Está en la fachosfera, capa de la atmósfera recientemente descubierta por los genios monclovitas, con Savater, Trapiello, Azúa, Motos, a lo mejor Page y millones de personas más. Y tan a gusto.

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