Opinión

Dejadnos SER

La dictadura de lo "normal"

Mañana, martes, día 2 de abril, se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, una condición que actualmente tiene una prevalencia en menores de 1 de cada 36 niños (2,8%), según datos publicados en marzo de 2023 por el Centro de Control (CDC) de EE UU. El Trastorno del Espectro Autista (TEA), como nos cuenta en primera persona el ovetense David Fuente, persona diagnosticada de adulto con esta condición, es una forma de sentir y percibir el mundo diferente a la de la mayoría, ni mejor ni peor, simplemente distinta. Empatía y respeto son las palabras clave para convivir en un mundo que pertenece a todos y todas por igual.

Este 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Es curioso que tenga que existir un día para recordar que no todas las personas somos iguales y que todos y todas merecemos el mismo respeto independientemente de nuestra condición. ¿En qué momento de la historia se nos olvidó como sociedad este "pequeño detalle" para que sea necesario recordarlo?

Si duermes cuando te apetece, vaya horarios más raros que tienes; si no puedes respirar por el humo del tabaco o de los tubos de escape de los coches, "anda, anda, no será para tanto"; si tienes dificultades con las texturas de los alimentos, eres un sibarita; si te molesta que te toquen, "yes un repunante"; si te pican las etiquetas de la ropa, eres un quejica; si mueves las manos o te balanceas, tienes que estarte quieto; si no haces contacto visual, no me estás prestando atención (como todos sabemos, se escucha por los ojos ¿verdad?); si no sales de fiesta por las noches, eres un aburrido; si no bebes, será porque estás enfermo; si vistes como te da la gana, no vas a la moda; si no te gustan los cumpleaños, "¿por qué eres así?"; si no tienes carné de conducir, te debe quedar poco tiempo de vida porque parece ser que no se puede vivir sin él (eso dicen), y los hijos, ¿para cuándo?, se te va a pasar el arroz; ¿cuándo te casas?... Es que tú vaya como eres…

La dictadura de lo "normal" impone una única, correcta, válida y verdadera forma de vivir. Las sociedades se rigen a través de reglas de convivencia y comportamiento, pasando a ser considerado un elemento extraño todo aquel que se salga de lo establecido por el grupo social al que pertenece. Si eres diferente, todo lo que haces, dices, piensas y ERES, está mal.

La sociedad te lo hará saber, te recordará que no vales, te presionará continuamente para que dejes de SER quien eres y empieces a comportarte como ellos, que te comuniques como ellos, que gesticules, mires y hables como ellos, que te gusten las mismas cosas que a ellos, que vistas como ellos, que compartas sus mismas tradiciones e intereses, que hagas las cosas como ellos dicen que hay que hacerlas y, en definitiva, que dejes de SER tú y pases a ser uno más del montón, concretamente del mismo montón que ellos. Ese será el momento en el que serás aceptado por el grupo y te dejarán, al fin, tranquilo, pero el precio a pagar por ello es muy pero que muy alto.

La dictadura de lo "normal" invisibiliza virtudes, anula talentos, destruye personas. Nos obligan a fingir, a actuar, a enmascarar, a vivir de forma contraria a nuestra naturaleza, a hacer las cosas como les va bien a ellos y no permitiéndonos hacerlas como nos van bien a nosotros; nos obliga a esforzarnos continuamente por adaptarnos a una sociedad y a un sistema totalmente rígido e inflexible que machaca al diferente. Después vienen las crisis, la ansiedad, la depresión, el no poder más…El cansancio es tal que muchas personas desgraciadamente se nos van antes de tiempo. Las cifras de suicidios dentro del espectro autista son absolutamente alarmantes: hasta el 66% de las personas autistas adultas han pensado en quitarse la vida y el 35% lo han intentado alguna vez (Sarah Cassidy, Simon Baron-Cohen, 2022).

Por todo esto y mucho más seguiremos celebrando el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Ojalá algún día deje de ser necesario.

SER autista es, simplemente, ser diferente: dejadnos SER.

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