Sevares (Piloña),

V. G. CALLEJA

Los vecinos de Sevares, en Piloña, viven en el limbo toponímico. Desde el pasado mes de agosto, la denominación oficial de esta localidad es «Sebares», con be, en consonancia con la forma tradicional, que se utilizó durante siglos. Sin embargo, la mayor parte de los vecinos asegura que siguen escribiendo «Sevares», con uve, como se hizo durante decenios. El último cambio, hace unas semanas, vino de la mano de la política lingüística del Principado, que ha iniciado una campaña para oficializar los topónimos tradicionales de la región. En Piloña, algunos han sido muy bien acogidos, como el caso de Espinaréu, donde casi nadie utilizaba el castellanizado «Espinaredo», que suena cursi a oídos de la mayor parte de los vecinos.

Pero la polémica entre Sebares y Sevares viene de lejos, y la mayoría de los residentes consultados defiende que se mantenga el uso de la uve. Otros proponen que se permita el uso de los dos variantes y algunos defienden el nombre oficial con be, por adecuarse a la toponimia en asturiano, que se aprobó para el concejo de Piloña el pasado verano.

El uso de la be y la uve en Sevares (en esta información se mantiene la denominación anterior por ser actualmente la más habitual para los residentes) trasciende la cuestión puramente gramatical y despierta encendidos debates entre algunos vecinos. Otros, en cambio, dicen que la grafía del nombre de su pueblo no está entre sus preocupaciones más acuciantes.

El jubilado José Antonio Cofiño recuerda que la polémica sobre la be y la uve ya estaba presente en Sevares en su infancia. «Yo siempre lo vi con uve, pero a veces llegan cartas con la be», explica. Reconoce que el cambio de denominación oficial no va a modificar su costumbre a la hora de escribir el nombre del pueblo en el que nació y vivió. Sin embargo, cree que quizá las generaciones futuras adopten el topónimo con be.

Prueba de que esta polémica viene de antiguo es el apeadero de la estación de tren. Hasta hace dos años, el edificio contaba con un letrero adosado en piedra con la inscripción «Sebares», contraria al entonces oficial «Sevares». En la carretera todos los carteles estaban con uve. Actualmente, los indicadores de Feve están escritos con uve, pero parece que tendrán que volver a cambiarla. Y es que la caprichosa letra ya ha sido modificada a efectos oficiales en varias ocasiones, según recuerdan los vecinos más longevos.

María Jesús Fallera regenta una tienda de alimentación junto a la estafeta de Correos de la localidad, donde trabaja un familiar. Cree que la denominación del pueblo «se escribe de las dos maneras». Recuerda que en alguna ocasión llegan vecinos a la oficina postal para enviar cartas y, a la hora de rellenar el remite, les asaltan las dudas. «Tienen que preguntar cómo se escribe su propia dirección», explica. «Lo normal es escribirlo con uve y a la gente le da igual que sea oficial o no», apunta.

El cambio de la denominación de esta localidad, que adapta los nombres de los pueblos a sus denominaciones en asturiano, ha pasado desapercibida entre los residentes. La mayor parte de los vecinos consultados desconocía que el nombre oficial de su pueblo fue modificado en agosto del año pasado, cuando el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA) publicó la nueva toponimia del concejo.

El primer contacto de los vecinos con la grafía de su propio pueblo tiene lugar en la escuela. El autónomo Tino Pedrín recuerda que sus maestros le permitían usar ambas variantes. Reconoce que la utilización de la be y la uve no está entre sus preocupaciones y asegura que este caso «no es frecuente» en la toponimia asturiana.

Sergio Avella, que trabaja en una conocida multinacional de la alimentación asentada en la localidad, es defensor de la denominación en asturiano. «Si en asturiano se escribe con be, lo prefiero así», afirma.

Varios vecinos consultados hicieron referencia a la misma historia para explicar el origen etimológico del término. Al parecer, los defensores de la uve aluden a un relato legendario sobre el origen del nombre de la localidad. Pudo ser una riada «en tiempos de los moros», según la tradición, que arrolló el pueblo y se llevó por delante un buen número de vacas. La expresión «se va la res» sería la explicación del topónimo. Al menos, ése es el argumento que esgrimen los partidarios de «Sevares». Claro que esa explicación tiene muy poco de análisis toponímico serio.

De momento, el Ayuntamiento de Piloña no tiene previsto ningún plan para la sustitución de los carteles de los pueblos. A efectos de señalización, Espinaréu seguirá llamándose Espinaredo y Sebares será, por el momento, Sevares. De hecho, las señalizaciones sólo cambiarán si son sustituidas por aparición de defectos o porque se apruebe la colocación de nuevos indicadores. Además, los letreros en la travesía de esta localidad son competencia de la Demarcación de Carreteras. Letreros aparte, los vecinos de Sevares se topan ahora con una nueva nomenclatura oficial para su pueblo. Y si las instituciones siguen al dedillo lo que ellas mismas aprueban, habrá cambios en el DNI, en las direcciones postales, en los documentos oficiales y hasta en los libros de familia. La be y la uve prometen dar guerra.

«Antes se escribía con be, luego con uve, ahora con be. Todo esto es un lío»

<Bernardo Molina >

Jubilado

«Soy defensora de la uve y no voy a cambiar la manera de escribirlo»

<Beatriz Cobián >

Operaria

«En la escuela nos decían que se podía escribir de las dos maneras»

<Tino Pedrín >

Autónomo de la construcción

«Si en lengua asturiana se escribe con la letra be, lo prefiero así»

<Sergio Avella >

Operario

«Yo pongo Sevares con uve, me da igual que ése no sea el nombre oficial»

<María José Faya >

Dueña de establecimiento

«No le veo ningún problema, porque se pronuncia igual de las dos maneras»

<Antonio Amador >

Jubilado