La procesión del Prendimiento, como siempre con la Hermandad de los Estudiantes, va escoltada por miembros de la Hermandad de Caballeros Legionarios. Tras ellos marcha un cofrade, con la cara cubierta y cargando una cruz, y le siguen las manolas, las hermanas vestidas de negro riguroso en señal de duelo por el sufrimiento y la muerte de Jesucristo, con sus mantillas, sus manos enguatadas y sus rosarios: son la imagen más castiza de la Semana Santa.